"No hemos hecho nada ilegal"

Se esperaba una respuesta de Ferrari y ayer llegó propulsada por su estandarte, el piloto alemán Michael Schumacher. Sus comentarios sobre las acusaciones que había realizado el español Fernando Alonso (Renault) en el sentido de que hacían trampas porque entrenaban más que las demás escuderías, fueron sutiles pero al mismo tiempo contundentes. El heptacampeón mundial rompió la dinámica de su equipo, que había intentado restar trascendencia a las palabras del asturiano y pareció querer evitar la polémica. "No creo que hayamos hecho nada ilegal", comentó, sin nombrar para nada a Alonso. "He escuchado muchas cosas estos últimos días que no son exactas. Ferrari nunca llegó a un acuerdo de restricción de los días de entrenamientos con las otras escuderías. Por tanto, no hemos roto ninguna regla, ni hecho nada mal. Esto es la F-1 y los resultados son extremadamente importantes. Para ser competitivos debemos realizar muchas pruebas".

"No quiero ser uno de esos chicos que hablan mal de los demás", dice sin citar nombres

Schumacher basó toda su estrategia de réplica en el hecho de que sólo tres escuderías corren con Bridgestone y las otras siete con Michelin. Eso supone que en cada sesión de entrenamientos hay 14 coches que están pasando datos al fabricante de neumáticos francés, mientras que sólo hay seis que sirven información a los japoneses, de los cuales dos -los Minardi- apenas entrenan. "No hay que mirar las cosas desde la perspectiva de los días de entrenamiento, sino desde el ángulo de los kilómetros realizados. Y en este sentido, llevamos muchas vueltas de desventaja sobre los coches que utilizan Michelin", agregó Schumacher.

En la escudería italiana se desmarcaron absolutamente de las palabras de Alonso, abriendo una línea que Marc Gené, uno de sus dos pilotos de pruebas, trazó a la pefección. "Son unas declaraciones desafortunadas", señaló el probador español; "y tan fuera de lugar y sin sentido que no les hacemos demasiado caso". También Rubens Barrichello, el segundo piloto oficial, prosiguió en el mismo camino: "A Alonso le hacen muchas preguntas estos días porque ha ganado tres carreras y responde demasiadas cosas. Creo que lo que ha dicho no es bueno, pero no voy a entrar en estas cuestiones. Soy un piloto de Ferrari, que ama esta escudería y la defiende. Y si me llaman para entrenar, lo hago porque sé que eso es beneficioso para mi equipo".

Ni ellos dos, ni ningún otro responsable del equipo de los bólidos rojos se salió del guión. Pero no pudieron frenar a su jefe de filas. Michael Schumacher se quejó, además, de que todas las críticas surgieran precisamente cuando la escudería de Maranello había conseguido levantar el vuelo. "No dijeron nada en Malaisia ni en Barhein", agregó el siete veces campeón del mundo, de 36 años. "Cuando vas mal nadie abre la boca. Pero cuando las cosas comienzan a salir surgen comentarios. Toda esta polémica comenzó en Imola". Allí el director de Renault, Flavio Briatore, inició el discurso que esta semana ha retomado Fernando Alonso. "Ferrari entrenó 20 días y nosotros sólo seis. Y eso no me parece justo. Nos movemos en parámetros deportivos distintos, que nos perjudican", indicó entonces el jefe de la escudería francesa.

"Si creen que estamos haciendo las cosas mal, no me importa", les rebatió Schumacher. "Queremos ser competitivos y tenemos medios para entrenarnos los días que creamos necesario. No vamos a aceptar la limitación de 30 días que las demás escuderías querían imponer, porque estamos en una situación de clara desventaja respecto a ellos. Somos un equipo que quiere ganar con Bridgestone. Y las normas son abiertas y no nos impiden hacer lo que estamos haciendo". Fue un discurso sereno, realizado en un tono tranquilo. "No quiero ser uno de esos chicos que hablan mal de los demás", dijo cuando le insistieron en que concretara más, haciendo una referencia velada a Alonso e intentando despejar la polémica que parece buscar Renault. "Sé que en Barcelona seremos muy competitivos", concluyó el alemán. "Y cada vez lo seremos más. Pero no puedo aún decir cuándo alcanzaremos nuestro mejor momento".