Viña Rock arranca hoy con una apuesta por el rock, la rumba y el 'hip-hop'

En el año del Quijote, la imagen del ingenioso hidalgo y su fiel escudero no podía faltar en el cartel que anuncia la décima edición del Festival Viña Rock. Sancho lleva una guitarra a la espalda y Don Quijote es un esqueleto que cabalga un Rocinante metálico. Es una declaración de principios de un festival que desde 1996 ha apostado por la creación del rock, y tendencias afines, en español. Desde hoy y hasta la madrugada del lunes, artistas como Bunbury, Rosendo, Bebe o La Excepción participan en el festival que este año cumple su décima edición.

Bajo el lema de La vuelta del caballero andante, más de 70 grupos desfilarán a partir de hoy y hasta la madrugada del lunes por el Auditorio Municipal de Villarrobledo (Albacete). Con el subtítulo de Festival Arte-Nativo, Viña Rock, utilizado desde que arrancaron hace 10 años, cuenta este año con artistas como Bebe, Bunbury, Los Delinqüentes, La Excepción, Molotov, Orishas, Sargento García, Rosendo, Radio Tarifa, Ñu, Sepultura, SFDK, Morodo, Los Suaves, Reincidentes, Def Con Dos, Hamlet y Mojo Project.

Repartidos en cuatro escenarios temáticos, y a tenor del ritmo de ventas de entradas anticipadas, está previsto que se supere con creces la cifra de más de 50.000 mil asistentes, que fue la que se alcanzó el año pasado. El grueso llega desde las capitales más importantes y se han organizado viajes desde varias ciudades europeas, según los organizadores.

Para acoger a buena parte de esos amantes de la música en directo de origen latino y en español, se ha trasladado este año el cámping a la avenida del Oeste, una zona de césped y arbolado en la que se han instalado todo tipo de servicios y a la que ayer mismo se podía acceder.

Viña Rock empezó su andadura en 1996 con un tímido cartel -Platero y Tú, Los Enemigos y Extremoduro-que no llegaba a la treintena de artistas y todas las actuaciones se concentraban en un solo día. Con el tiempo, el festival se ha convertido en un clásico de este tipo de eventos musicales que se celebran cada año en España. Posiblemente sea uno de los que más público convoca, junto con Benicàssim y Festimad. Como siempre, este año priman los artistas españoles, aunque desde Francia llegan Sargento García y Orishas, que son de origen cubano; de Brasil, Sepultura, y Molotov, desde México.

Por el escenario Matarile, que es el nombre de la empresa organizadora del acontecimiento, desfilarán en estos tres días grupos clásicos como Reincidentes, Mägo de Oz, Rosendo o Boikot. Por el Republicca, dedicado a las fusiones y mestizajes, recalarán Bebe, Bunbury, Los Delinqüentes, Elbicho, Radio Tarifa, Molotov o Sargento García. El heavy metal y el rock más duro también estarán presentes y sonarán desde el escenario New Rock La Oreja Metálica, bandas como Ñu, Tierra Santa, Sepultura, Los Suaves o Jorge Salam, mientras que el hip-hop -la tendencia con mayor proyección de futuro y con más calado entre el público más joven- se refugiará en el escenario denominado Sennheisser, con propuestas como las de La Excepción, SFDK, Tote King o Juaninacka.

Concurso de rimas

El programa de Radio 3 El Rimadero, que presenta el rapero Fran T., celebra un concurso de rimas mañana por la tarde. El domingo, la misma emisora se hará dueña de uno de los escenarios para ofrecer buena parte de las actuaciones seleccionadas en directo como resumen del espíritu del festival.

Entre las novedades previstas para este año, el festival servirá también como plataforma de presentación y lanzamiento de la última película de Álex Calvo Sotelo. Con el título de El mundo alrededor, el largometraje cuenta las peripecias de un grupo musical que sueña con tocar en el Viña Rock. Buena parte del filme, que se proyectará los tres días que dura el festival en el Gran Teatro de Villarrobledo, se rodó en las dos últimas ediciones y en la película intervienen, entre otros, Antonio Molero, Antonio Resines y Críspulo Cabezas.

Como todos los años, el pistoletazo que indica el arranque del festival se hará con el tradicional partido de fútbol entre asistentes al festival y artistas participantes, que se celebra esta tarde. Es, siempre, una de las actividades paralelas de mayor éxito, pues es una oportunidad única para algunos jóvenes rockeros de poder comprobar de cerca si sus ídolos, contra los que compiten, se desenvuelven en el terreno de juego con la misma destreza que sobre la tarima de un escenario.