La velocidad media es excesiva en la mitad de las vías más peligrosas

El exceso de velocidad provoca uno de cada cuatro accidentes. "Es la gran asignatura pendiente, porque los españoles no son conscientes del riesgo que implica", afirmó recientemente el director general de Tráfico, Pere Navarro. Precisamente se acostumbra a pisar demasiado el acelerador en los tramos donde ha habido más accidentes. En el 54% de las vías con índices de riesgo más altos, la velocidad media supera los límites, según el RACE.

Las autopistas son las carreteras que con un porcentaje más alto de tramos con riesgo elevado y de tráfico a velocidades excesivas, con medias hasta de 152,3 kilómetros por hora.

En algunas autopistas se registran velocidades medias de hasta 152 kilómetros por hora

Para la obtención de estos registros, el Real Automóvil Club de España (RACE) ha utilizado los datos del programa EuroRAP, que forma parte de un proyecto europeo realizado por clubes de automovilistas, que evalúa el índice de riesgo en las carreteras teniendo en cuenta los accidentes ocurridos y la densidad de tráfico, entre los años 2001 y 2003. El estudio se basa en medir el número de accidentes mortales y graves ocurridos por cada 1.000 millones de vehículos que pasan por un kilómetro.

El RACE ha seleccionado los tramos en los que había un nivel de riesgo medio-alto y alto y los ha cruzado con el mapa de velocidades de 2003 elaborado por el Ministerio de Fomento.

La velocidad media, según este mapa, supera los límites en 111 tramos de riesgo medio-alto y en 33 de riesgo alto.

La A-5, que une Madrid y Extremadura, es, "sin duda", la autovía en la que se combina "de forma más clara el binomio riesgo y exceso de velocidad", afirma el RACE en un comunicado. En el cien por cien de los tramos analizados se registra una velocidad por encima del máximo legal.

La autovía que enlaza Galicia y la capital (la A-6) es la vía con mayor número de puntos peligrosos, 35 en total. En 17 de ellos (48,5%) se han registrado velocidades medias por encima de los límites permitidos.

En la A-1 (Madrid-Burgos) hay 16 trechos con altos índices de riesgo, en cinco de los cuales se rebasan frecuentemente los topes de velocidad. Llama la atención que en un tramo comprendido entre Segovia y Burgos (del kilómetro 104 al 146), en el que la tasa de accidentes es alta, la velocidad media es de 131,4 kilómetros por hora.

En la A-4, entre Madrid y Andalucía, los conductores (un 58,3%) acostumbran a pisar demasiado el acelerador en siete de los 12 trayectos con riesgo elevado. Por ejemplo, en Ciudad Real, en zonas con riesgo medio-alto se contabilizan velocidades medias de 127 kilómetros por hora.

En la A-3 (Madrid-Valencia) hay pocos tramos en los que se pueda asociar niveles altos de riesgo y velocidades elevadas.

La A-2, que une la capital y Zaragoza, es la autovía en la que más se moderan los conductores. Tan sólo en siete de los 33 tramos con riesgo, la velocidad media excede los límites. Sin embargo, hay uno, del kilómetro 298 al 310, a la altura de Zaragoza, donde se han producido muchos accidentes con víctimas y los vehículos suelen circular a 125 kilómetros hora.

Entre las carreteras convencionales se encuentra el tramo más peligroso de los analizados, del kilómetro 200 al 224 de la N-3, en la provincia de Cuenca. En este punto, los coches suelen circular a toda mecha, dado que la media es de 124,7 y el límite está en 100 kilómetros por hora. En el tramo siguiente, hasta el kilómetro 235, la siniestralidad también es alta y los conductores superan en 24 kilómetros por hora de media la velocidad permitida.

Otro punto conflictivo se encuentra en la N-2, en la provincia de Girona (del kilómetro 748 al 755), donde normalmente se circula a 130 kilómetros por hora, 30 kilómetros por encima del máximo legal.

El programa EuroRAP también arroja otros datos interesantes, como que, a menor intensidad de tráfico, existe mayor probabilidad de que se produzcan accidentes. Además, en las intersecciones al mismo nivel, hay más riesgo que en las de distinto nivel.

EuroRAP también revela que las carreteras con calzada única son más peligrosas que las de doble calzada. De hecho, en la red secundaria es donde se producen más accidentes, fundamentalmente por salidas de la vía y colisiones frontales. Algunas asociaciones de conductores, como Automovilistas Asociados Europeos, han pedido a las autoridades que además de invertir en campañas de concienciación, mejoren las infraestructuras de la red secundaria.