Los bancos resucitan diez años después

La banca mexicana casi fue borrada del paisaje hace diez años, cuando la devaluación del peso llevó a miles de empresas e individuos a la bancarrota. El Gobierno tuvo que rescatar muchas entidades para mantener a flote el sistema financiero.

Varios de los bancos que se salvaron gracias a los miles de millones de dólares de las arcas públicas fueron a parar a las manos de grupos internacionales, entre ellos el Santander, BBVA y Citigroup, despertando la ira de legisladores y de una parte de la opinión pública.

Además, los bancos no cumplían con sus objetivos: apenas prestaban dinero, ofrecían pocas tarjetas de crédito y ni siquiera se asemejaban al motor de crecimiento económico que deseaba el Gobierno. Diez años después las cosas han cambiado y la banca mexicana ha resucitado.

Los préstamos comerciales subieron un 28%, el mayor ritmo desde hace una década. Se espera que el ritmo se mantenga en 2005, ya que la competencia entre los principales bancos se está calentando. Aun así, queda mucho camino por recorrer: el nivel de préstamos en México es apenas la mitad del brasileño y sólo una cuarta parte del estadounidense.

Los bancos han insistido que la lenta evolución de los préstamos se debe al tremendo impacto que tuvo la crisis de hace diez años, conocida como la crisis del tequila, en el sector financiero. Ahora, sin embargo, parece ser que ya se comienzan a superarse los estragos. En 2004 las hipotecas concedidas subieron un 26%; los préstamos corporativos, un 21%, y los préstamos a los consumidores, un 45%.

Manuel Media, presidente de la Asociación Bancaria Mexicana, considera que los dos últimos años han sido un momento clave de transformación y recuperación en el sector. Lo más importante, para Media, es que la población ha cambio su percepción del sector bancario.