El PGOU de Alicante prevé 5.000 casas donde el PP aprobará 15.000
Los técnicos advierten de un eventual "fenómeno de suburbio"
El avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante considera "excesiva" la superficie residencial en Rabassa (entre 5.383 y 4.950 viviendas), porque "ese potencial podría evolucionar hacia fenómenos de suburbio o de marginalidad". Esa consideración oficial no se ha tenido en cuenta por el gobierno municipal, del PP, que el martes, en el fragor de una pugna política interna y en el medio de una gran disputa empresarial, propone adjudicar el plan a un consorcio privado que va a construir en la zona 15.000 viviendas, la mitad de ellas de protección oficial.
La oposición de Alicante se viene quejando desde hace aproximadamente un año
"Tantas viviendas podrían evolucionar hacia fenómenos de suburbio", dice el plan
de que el gobierno de esa ciudad, con mayoría absoluta del PP, mantiene bloqueado el nuevo PGOU. "El alcalde lo tiene secuestrado", han llegado a decir los concejales del bloque de izquierdas que conforman la oposición, quienes han divagado sobre las causas de ese "secuestro" hasta llegar a consideraciones de este calibre: "Antes de aprobar el plan hay que repartir el pastel urbanístico".
Al margen de consideraciones o divagaciones, el avance del plan que el PP mantiene bloqueado proclama que una de las zonas de expansión de Alicante es Rabassa, donde, como mucho -dice el documento-, caben 5.000 casas. Pero el Ayuntamiento, al margen del PGOU y al amparo de la controvertida LRAU, tiene previsto adjudicar el martes, en el pleno municipal, un plan con 15.000 viviendas.
El Plan de Rabassa de Alicante es como el libro blanco de la actualidad urbanística valenciana, y tiene todas las papeletas de convertirse, para bien o para mal, en uno de los ejemplos emblemáticos de la controvertida Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU).
¿Es posible adjudicar 15.000 viviendas -el mayor plan urbanístico del momento en España- al margen de lo estipulado en el planeamiento de un municipio? Sí. ¿Cómo?
El PGOU de Alicante data de 1987 y, aunque aún quedan algunos huecos en la ciudad pendientes de desarrollar, era precisa una actualización del planeamiento, para acondicionar el suelo a las necesidades del incremento poblacional. Durante el pasado mandato, el gobierno local, del PP, encargó la redacción de un nuevo Plan General al urbanista catalán Lluís Cantallops.
Un primer avance de ese trabajo, en 2001, llegó a algunas conclusiones que han marcado el devenir del urbanismo local e incluso, hoy, es elemento de confrontación política de primer orden. Uno de los grandes puntos por donde debe crecer la ciudad, dice ese avance, es la zona de Rabassa.
Ahí nacen tensiones urbanísticas (el suelo rústico del interior se llegado a vender a precios de la costa) que han llegado, incluso, a tambalear al gobierno local (el portavoz del PP votó en contra de su grupo en la adjudicación del plan, la semana pasada).
Pero entre lo que dice el PGOU (el concierto previo del planeamiento está dictaminado por la comisión territorial de Urbanismo el 31 de julio de 2003 y pendiente de aprobar definitivamente) y lo que prevé aprobar el Ayuntamiento en el pleno del próximo martes hay muchas diferencias. La mayor: 10.000 viviendas.
¿Qué dice el avance del PGOU? Que el crecimiento urbano y terciario de la zona, de 4,2 millones de metros cuadrados, se articulará tomando como referencias la Vía Parque y la Avenida de la Universidad y que el potencial de viviendas previsto en la zona (entre 5.400 y 4.950) parece excesivo. "No es por tanto necesario clasificar toda la zona de Rabassa como urbanizable". Según el avance del planeamiento, el potencial de viviendas en el sector "podría evolucionar hacia fenómenos de suburbio o de marginalidad, completamente indeseables".
Los documentos oficiales grafiados del avance PGOU, fechados en marzo de 2001, estipularon para Rabassa dos tipos de usos, terciario y residencial. Un año después, en vísperas de que las promotoras presentaran ofertas por el desarrollo urbanístico de la zona, el uso terciario desapareció. De repente, todo el sector se convirtió en residencial.
Una de las claves de esta tensión urbanística se encuentra en unas lagunas a proteger en el vasto territorio a urbanizar. La propuesta privada con más visos de obtener el beneplácito municipal incluye la zona húmeda como parque urbano, así que computa toda la zona para justificar el elevado número de viviendas. "Parque urbano", dice la propuesta del consorcio empresarial (grupo Ortiz, una filial de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Vallehermoso), en contra de "parque natural", que no requiere urbanización ni mantenimiento, por el que se ha posicionado el grupo municipal de Esquerra Unida.
Batalla política y pugna empresarial
La facción zaplanista del PP en el Ayuntamiento de Alicante ha encontrado en la adjudicación del mayor plan inmobiliario en la historia de la ciudad (15.000 viviendas en el sector de Rabassa), un argumento de disidencia de primer orden con el sector campista. Los ediles zaplanistas, a las órdenes de la dirección provincial del partido que dicta el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, han logrado que el alcalde, Luis Díaz Alperi, que atiende a consignas campistas, paralizara unos días la adjudicación del plan de Rabassa. Los zaplanistas ya han logrado así influir en la adjudicación de este plan, pero, sabedores de que los socialistas alicantinos respaldan al alcalde Díaz Alperi y de que, por tanto, el plan puede aprobarse aún sin su concurso, intentan dar una vuelta de tuerca y proponen algunas "mejoras", como bajar las alturas de los edificios, de 14 a 10 plantas.
Así las cosas en el ámbito político, las grandes urbanizadoras valencianas mantienen la tensión en la adjudicación de este plan. Por el negocio de Rabassa (420 hectáreas y más de 15.000 viviendas), pugnan tres grandes alianzas de constructores valencianos: Gestión de Ambientes Residenciales, SL, (Grupo Murcia Puchades, Ballester y Luis Batalla, entre otros), Gestión y Promoción Espaiverd, SL, (Cyes, Banco de Valencia y otros) y Viviendas Sociales del Mediterráneo (Grupo Ortiz, la filial de la CAM Teip, Espacio y Hormigones Martínez). El Grupo de Enrique Ortiz es el gran favorito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.