Una cuestión de neumáticos

A medida que se acerca la carrera de Imola, la cuarta del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, los ánimos se van encrespando. Fernando Alonso y Michael Schumacher acaparan toda la atención tanto en el paddock como en la pista. Da la sensación de que no existe nadie más. Cuando se miran los tiempos de los primeros entrenamientos libres de ayer, lo primero que se busca es dónde está Alonso y dónde Schumacher. Y después, se valora el de Pedro Martínez de la Rosa (1m 20,4 segundos), el mejor, y el hecho de que McLaren, BAR y Toyota están por delante de Renault y Ferrari.

Sin embargo, todo eso es muy aleatorio, muy poco significativo. "Lo único que puedo afirmar", dijo Alonso, "es que BAR Honda estará arriba porque ya demostró su mejora al hacer récord en los ensayos de Barcelona y en Paul Ricard. Pero no puedo valorar cómo andan los Ferrari. No lo tengo nada claro". Alonso hizo el quinto mejor tiempo (1m 21,899s) y Schumacher el sexto (1m 22,025s). "Hemos corrido con distinta gasolina en el depósito y hecho probaturas con los neumáticos. No es significativo. Pero tuve buenas sensaciones y mi tiempo demuestra que hay que tocar muy pocas cosas del coche, lo que me llena de esperanza para la carrera", apuntó el español, que sólo dio 12 vueltas mientras que el alemán llegó a 38. "Pudimos hacerlo", reconoció Ross Brawn, jefe de ingenieros de Ferrari, "porque el motor de Michael venía muy fresco de Bahrein

[se retiró en la duodécima vuelta]".

El tono de las declaraciones subió otro peldaño porque Flavio Briatore intervino en el duelo entre su piloto, Alonso, y su adversario, Schumacher. El director de la escudería Renault se quejó de que Ferrari haya estado realizando pruebas durante 20 días desde el Gran Premio de Bahrein y ellos sólo ocho. "Es una diferencia enorme", dijo Briatore tras mantener una reunión con el resto de las escuderías menos Ferrari, el GPR; "hay que arreglar estas situaciones. Estamos luchando por el título mundial y nuestros competidores más directos tienen una ventaja muy importante con esto. Pero no hay que regularlo sólo por una cuestión deportiva, sino también económica".

Ferrari ha estado buscando fiabilidad y una mejora sustancial en los neumáticos Bridgestone para la carrera de Imola. Renault presenta ya aquí algunas mejoras aerodinámicas en sus dos bólidos -nuevo morro delantero y una ala posterior rediseñada y con dos deflectores laterales para reconducir los flujos de aire- y pone en funcionamiento la primera evolución de su motor, el RS25B. "Todavía no puedo evaluar la mejora que eso supone en tiempo real en la pista. Debo hablarlo con Fisichella", advirtió Alonso, que compite con el mismo motor que en Bahrein. Su compañero rompió el suyo allí y puede estrenar el nuevo en Imola. Teóricamente, han endurecido algunos materiales y ganado unos diez caballos. Alonso lo estrenará en la próxima carrera, el GP de España, que se disputará el 8 de mayo en Montmeló.

Asegurada la fiabilidad tanto en Ferrari como en Renault, el duelo entre Schumacher y Alonso se dirimirá fundamentalmente en los neumáticos. "Los neumáticos se comportaron bien, manteniendo un buen equilibrio incluso en las frenadas", dijo Hisao Suganuma, director técnico de Bridgestone. Michelin ha preparado una gama más amplia de mezclas de compuestos ofreciendo tres opciones a sus equipos. "Siento que somos competitivos", concluyó Schumacher; "en este circuito es importante tener buenos frenos y afrontar bien los pianos, y el F-2005 tiene estas virtudes". Alonso no se amilana por las declaraciones del héptuple campeón mundial. "Lucharé hasta el límite y buscaré la victoria. No seré conservador", asegura el asturiano, que lleva dos victorias y un tercer puesto.