Homenaje a Motta

Thiago Motta volvió a ser feliz. El jugador italo brasileño regresó a los terrenos de juego siete meses y cinco días después de sufrir una grave lesión en la rodilla izquierda. Motta jugó ayer sólo los tres últimos minutos del partido del conjunto azulgran, pero le supo a gloria. "Han sido momentos muy emotivos para mí", señaló cuando regresaba al vestuario con la camiseta azulgrana bajo el brazo para guardarla para siempre en su casa.

"Ha sido mucho tiempo sin poder jugar un partido, sin poder estar con el grupo. Ahora, ya está. Todo está olvidado, mi rodilla está fuerte y la normalidad ha vuelto para mí. Ahora sólo tengo ganas de abrazarme a mi padre", comentó. Motta agradeció el cariño que le demostró la afición a la que conminó a estar al lado del equipo, como lo estuvo ayer, en las seis jornadas que quedan para el final de la Liga.

Rijkaard hizo una declaración de intenciones al prescindir, por primera vez en la temporada, del pivote defensivo. Desplazado Márquez al eje de la defensa junto a Oleguer, por la ausencia del sancionado Puyol, y con Albertini lesionado, puso a Xavi de organizador, Iniesta de volante izquierdo y Deco, por la derecha, formando un centro del campo del Barça inédito en las anteriores 31 jornadas de Liga. Una variante claramente ofensiva y una decisión que se interpretó como una pérdida de confianza en Gerard.

"He elegido a Xavi para la construcción del juego, la conducción del balón y para trasmitir tranquilidad. Personalmente, me gustaría ver a Xavi más adelante porque tiene mucho talento". La solución de emergencia funcionó y podría tener continuidad la próxima jornada en el campo del Málaga partido para el que Márquez será baja porque ayer vio la tarjeta amarilla por quinta ocasión. Su ausencia en la zaga será cubierta, con toda probabilidad, con el regreso de Puyol.