Los árbitros italianos suspenderán los partidos violentos
Los árbitros italianos estarán obligados a suspender los partidos de fútbol cada vez que los aficionados lancen algún objeto, cuando se utilice material pirotécnico en el campo o cuando se exhiba cualquier insignia o pancarta que pueda resultar ofensiva. Esta medida, que tendrá efecto inmediato, fue adoptada ayer durante una reunión que impulsó el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, que también es propietario del Milan. A la cita acudieron el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu; el presidente de la federación, Franco Carraro, y los directivos del Comité Olímpico Italiano.
La alarma social creada en Italia por los incidentes que llevaron a la suspensión del encuentro Inter-Milan disputado el martes en el estadio de San Siro, ha llevado al Gobierno a ocuparse de un problema que no deja de crecer. Italia es el país que más actos violentos registra en sus estadios. Las bengalas, la exhibición de símbolos fascistas y las peleas son algo corriente. Hasta ahora, sin embargo, las autoridades no han puesto en práctica planes efectivos contra la violencia.
Poco después de la reunión con el ministro del Interior, la federación emitió una circular a todas las comisarías informando de las decisiones tomadas. De esta manera, los partidos estarán bajo un doble control. Tanto los responsables del orden público, fuera del campo, como los árbitros, desde el terreno de juego, podrán impulsar la suspensión cuando concurran las mínimas condiciones de inseguridad.
Carraro explicó que, de producirse una suspensión, el partido se dará perdido (3-0) por el club que tenga la responsabilidad. "Estamos ante una situación de emergencia", dijo; "y, si no hay un clima civilizado, no se juega. Sólo es cuestión de aplicar nuestros propios reglamentos y las leyes federales".
Hoy, castigo al Inter
El Comité de Disciplina de la UEFA, con sede en Nyón, decidirá hoy la sanción que impondrá al Inter. El club lombardo, que virtualmente ha perdido la eliminatoria, espera una pena severa porque sus hinchas son reincidentes. No es la primera vez que fuerzan la suspensión de un encuentro.
El árbitro del Inter-Milan, el alemán Markus Merk, declaró al periódico Stuttgarter Zeitung que los hinchas habían concebido la idea de cancelar el partido antes de que comenzase. "El objetivo de los hinchas", dijo Merk, "era que yo suspendiera el partido. Era lo lógico con todo el humo que había sobre el campo (...). Nosotros los árbitros estamos muy impotentes ante estos actos".
Uno de los tres aficionados detenidos por los incidentes del martes fue condenado con tres años sin tener acceso a un estadio de fútbol. El joven, de 21 años, es hincha del Inter.
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