El Getafe sentencia al Albacete

El Getafe celebró por adelantado la permanencia frente al Albacete, que aunque demostró que puede hilvanar fútbol con criterio, dejó mucho que desear cuando de verdad se parte el bacalao. Su incapacidad para marcar no suelen desaprovecharla sus rivales. El Getafe no fue menos y le dejó a 15 puntos de distancia, con menos de un suspiro para el final de la Liga.

Por eso, aunque el Albacete salió a morir, con el Getafe resignado a ver cómo los manchegos se hacían dueños del mediocampo, el dominio era una tenue cortina de humo. Eso aventuraban los disparos lejanos de Peralta, que trató en vano de pillar en un renuncio a Sánchez Broto, de nuevo en la portería. El baile de cancerberos en la portería -empezó de titular Sergio, que perdió la confianza del entrenador en favor de Broto, y en esas andaban cuando en invierno ficharon a Aragoneses- no ha afectado a la plantilla. Repleta de neófitos en la categoría y cedidos, remendada por veteranos como Belenguer, muy sobrio, y Craioveanu, que atraviesa una segunda juventud, ayer confirmó que aun jugando mal puede ganar. Que ya sabe leer los partidos, en especial Gabi, el alumno más aventajado de Quique Flores. Por algo el técnico bebe los vientos por el centrocampista cedido por el Atlético, por algo insistía que era una quimera reemplazarle, dado el fútbol que atesoran sus botas.

Que el Albacete tan sólo guardaba las apariencias lo demostró Gabi en el segundo tiempo, recuperado de la entrada que hace un mes le obsequió Gravesen. Con él en el campo los azulones cambiaron las tornas. Incapaz, el Albacete recurría a las faltas, seis del Getafe por 23 del Albacete mediada la segunda parte. No disponía de más recursos. Poco a poco Momo y Pacheco se diluyeron, camino por el que llegó el gol de Vivar Dorado. El capitán del Getafe aprovechó para marcar un regalo de la defensa, un fallo garrafal de Peralta, que no supo despejar un balón de parvulario. El cuadro de Martín Monteagudo se hacía el harakiri en el lugar menos idóneo, en casa de un rival directo que no pierde en casa desde hace cinco meses. La última derrota del Getafe en el Coliséum Alfonso Pérez data del 12 de diciembre, cuando el Villarreal se llevó los tres puntos mediante una exhibición de Forlán y Riquelme. El mundo ha dado muchas vueltas desde entonces.

Con la fiesta en la grada, con cientos de DVD con los momentos estelares del Getafe en su primer ascenso a Primera repartidos, Riki no remató la partida en un mano a mano con Valbuena. Santi Denia, de chilena, estuvo a un tris de aguar la fiesta de un partido aburrido en la hierba pero histórico porque prácticamente asegura la permanencia del Getafe. Poco acorde con los brindis al sol, Quique Flores dejío caer que sería "estupendo" celebrar "la permanencia" matemática en los próximos partidos. El Camp Nou espera el domingo.