La UEFA dictamina sobre la polémica conducta de Mourinho ante el Barça
En uno de los mejores ejemplos del papel que se arrogan algunos entrenadores, José Mourinho vuelve a concitar el protagonismo de la eliminatoria de la Liga de Campeones que enfrentó a su equipo, el Chelsea, y a su ex, el Barça. Han transcurrido más de tres semanas desde que el equipo inglés eliminara al catalán y el entrenador portugués sigue acaparando la atención. El Comité de Control y Disciplina de la UEFA debe resolver hoy el expediente que abrió por los incidentes sucedidos en el encuentro de ida. Mourinho había calentado el partido los días previos. Pero aquel 23 de febrero, después de que el Chelsea perdiera en el Camp Nou (2-1), el técnico puso de relieve que algo grave había sucedido. Mourinho se negó a acudir a la rueda de prensa tras el partido aludiendo a la existencia de "una serie de irregularidades". El Chelsea dejó caer la sospecha de que una conversación en el descanso entre Anders Frisk y el entrenador del Barça, Frank Rijkaard, incidió en las decisiones tomadas posteriormente por el colegiado sueco, sobre todo en la expulsión de Drogba. No paró ahí la cosa. Antes de la vuelta, el 8 de marzo, Mourinho declaró que habría sido ideal que el árbitro hubiera vuelto a ser Frisk. El encuentro, dirigido por el italiano Pierluigi Collina y ganado por el Chelsea (4-2), terminó como el rosario de la aurora. Eto'o denunció que un miembro de seguridad del club inglés le llamó "mono" lo que originó una tangana.
Pocos días después, Frisk anunció que dejaba el arbitraje por unas supuestas amenazas de muerte telefónicas recibidas por parte de seguidores del Chelsea. El dirigente arbitral de la UEFA, Volker Roth, responsabilizó a Mourinho de las amenazas contra Frisk. Mourinho amenazó con llevar a Roth ante los tribunales de justicia. La UEFA expedientó al Chelsea, a su entrenador (Mourinho), al ayudante (Steve Clark) y al delegado (Les Miles). Mourinho ha declarado que él no fue testigo personal de la reunión entre Frisk y Rijkaard pero que cree en la versión de dos de sus ayudantes que así lo aseguran. El portugués acusa a la UEFA de haber condenado al Chelsea antes de celebrar el juicio.
El Comité de Control y Disciplina de la UEFA ha recordado dos de los artículos en los que se basará para resolver el caso. El 5, párrafo 1, de los Principios de Conducta establece que "las federaciones y los clubes, así como los jugadores, árbitros y demás miembros de la UEFA, tendrán que comportarse de acuerdo con los principios de lealtad, integridad y deportividad". Otro artículo aplicable es el 5, párrafo 2, que estipula que el incumplimiento de estos principios es cometido por cualquiera que muestre una "conducta que lleve al deporte, y a la UEFA en particular, al descrédito". Un portavoz de la UEFA aseguró que a día de hoy es imposible hacer previsiones sobre la posible sanción.
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