Vuelta de tuerca en la gestión de patrimonios

La moda de personalizar a los clientes, de ofrecer servicios a la medida se está imponiendo entre las entidades financieras. BBVA abre un nuevo frente en este terreno al lanzar un servicio personal de gestión de carteras en fondos de inversión. A partir de 30.000 euros, gracias a un diálogo con los asesores financieros, los particulares recibirán sus propuestas de inversión personalizadas.

La Caixa, BSCH, Bankinter o Popular ponen en sus 'web' a disposición de los clientes simuladores para establecer el nivel de riesgo del inversor

Los productos de destino son siempre fondos de inversión para facilitar el traspaso de dinero entre ellos sin coste fiscal alguno

No es una novedad -lo hacen en sus propias páginas web entidades como La Caixa, BSCH, Bankinter o Banco Popular, entre otras- poner a disposición de los clientes unos simuladores que permiten establecer el perfil de riesgo del inversor. No es tampoco nuevo recomendar, una vez establecido dicho perfil, una determinada cartera de fondos de inversión e incluso facilitar su contratación de forma directa. En el BBVA aseguran, sin embargo, que "vamos más lejos; damos un paso más. Ofrecemos universalizar la gestión personalizada de inversiones; es decir, hacer gestión patrimonial para una amplia mayoría de clientes". El recorrido de este servicio tiene cuatro paradas: -

E Los más de 2.000 asesores financieros con los que cuenta el banco se pondrán en contacto con sus clientes potenciales -los que cuenten con un patrimonio mínimo de 30.000 euros para que se pueda llevar a cabo la correcta diversificación de activos- y realizarán un análisis de su perfil de riesgo, que quedará establecido como conservador, moderado o dinámico. Para cada uno de estos perfiles se ofrecerán datos concretos de rentabilidad, a la vez bajo tres escenarios: optimista, medio y pesimista.

- Una vez establecido el perfil, se diseñará para cada cliente una oferta individualizada en la que, según el plazo de inversión elegido, se dará detalle de la futura composición de su cartera. En principio, los horizontes temporales de inversión se sitúan entre los tres y los cinco años. En este punto es donde cobra fuerza lo que se conoce como diálogo estructurado. Los asesores financieros seguirán unos modelos de explicación con sus clientes. Así, por ejemplo, se les recordarán los riesgos en los que incurren al optar por unos u otros activos, el plazo de la inversión y que, en algunos supuestos durante el mismo, se pueden producir pérdidas.

- Al elegir la cartera -los productos de destino son siempre fondos de inversión para facilitar, gracias a la legislación tributaria actual el traspaso de dinero entre ellos sin coste fiscal alguno- se le ofrecerá al cliente suscribir un contrato de gestión discrecional, según el cual se le da al banco autorización para realizar los movimientos de capital que considere necesarios. En este punto es importante señalar que el particular no elige de entre toda la variedad de fondos que le ofrece la gestora BBVA los que él desea (véase cuadro adjunto de rentabilidades interanuales), sino que, en función de la cartera elegida, el dinero se coloca en uno u otro, en un porcentaje u otro.

- La entidad se compromete a revisar al menos una vez al mes, o siempre que las condiciones de los mercados así lo aconsejen, la composición de las carteras. Los asesores tratarán de mantener un contacto mensual personal con los clientes para dar cuenta de la evolución de sus inversiones. Al margen de ello, e igualmente cada treinta días, se remitirá a los particulares un informe de gestión con movimientos, análisis, comentarios y evolución de sus inversiones.

Comisiones

En lo que a comisión de gestión de carteras se refiere, BBVA se ha sumado a la actual moda de cobrar comisiones sólo si el particular obtiene beneficios. No hay novedad alguna, por tanto, en este terreno. De esta forma, quien suscriba el contrato de gestión pagará, en caso de resultados positivos, una comisión del 0,1% semestral si su cartera es conservadora, del 0,15% si es moderada o del 0,20% si es dinámica. No hay que olvidar, sin embargo, que todos y cada uno de los fondos de inversión en los que se coloca el ahorro ya cobran per se sus propias comisiones. Desde el BBVA consideran que éste es el último escalón, al menos por ahora, de la estrategia de personalización de clientes que iniciaron en el año 2000 y que se ha concretado en la implantación de áreas de asesoramiento financiero en algunas oficinas y en la certificación de 2.000 empleados por parte de European Financial Planning Association.

La entidad "se da por satisfecha si cada día cada uno de estos asesores especializados explica este producto a un nuevo cliente. De esta forma, sobre una base de un millón de suscriptores potenciales, esperamos contar en un año con cerca de 200.000 cuentas asociadas a la gestión discrecional de carteras". También reconocen que su objetivo a medio y largo plazo no es sólo gestionar el ahorro de sus clientes actuales, sino provocar un aumento importante de los traspasos de fondos de inversión desde otras entidades hacia el BBVA.