Bobby Fischer comienza su nueva vida en Islandia criticando a EE UU y a los judíos

Bobby Fischer, leyenda viva del ajedrez, ha comenzado su nueva vida en Islandia haciendo gala de sus ideas antisemitas y lanzando virulentas críticas al país donde nació hace 62 años, Estados Unidos. Fischer estuvo ingresado desde el pasado 13 de julio en el Centro de Detención de Inmigrantes de Ushiko, noreste de Tokio, por intentar usar un pasaporte revocado por EE UU, que tiene dictada contra él una orden de busca y captura. El parlamento islandés concedió a Fischer el pasado lunes la ciudadanía, paso que permitió a las autoridades migratorias japonesas escapar del apuro en que se encontraban y tramitar su deportación a Islandia y no a Estados Unidos.

"Estados Unidos, controlado por los judíos, es el mal. Ellos hablan acerca del eje del mal, pero ¿qué ocurre con los aliados del mal? Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Australia. Esos son los causantes del mal", dijo Fischer. Después de afirmar que el ajedrez es corrupto desde hace muchos años, el ex campeón mundial de este deporte calificó al primer ministro japonés Junichiro Koizumi de "enfermo mental" y "títere" del presidente estadounidense George W. Bush.

Considera Fischer que su detención en Japón fue un secuestro. "Los cargos que me hicieron los japoneses son absurdos", dijo. Sostiene que su pasaporte fue revocado ilegalmente y acudió a los tribunales japoneses para que fuera derogada la orden de deportación a Estados Unidos, donde es reclamado por la justicia por haber violado las sanciones impuestas a la antigua Yugoslavia al jugar una partida amistosa contra el campeón soviético Boris Spassky en 1992.