"Un jovencito diría que soy un carca"
Pregunta. Están ustedes para los leones.
Respuesta. Lo que tenemos que hacer es terminar bien la temporada.
P. Y encima, vendiendo las joyas de la corona.
R. Lo prioritario es centrarse en los 10 partidos que quedan. No es momento de hablar de lo que va a suceder cuando acabe la temporada.
P. Vengo a entrevistarle porque, desde que supe que Florentino es un ser superior, no he vuelto a ser la misma.
R. Yo defino al presidente como alguien de una gran sagacidad, un exitoso hombre de negocios, con una gran visión estratégica. Y le considero por encima de lo normal. O sea, que no me arrepiento en absoluto de la frase, vamos [ríe].
P. ¿Y conoce a algún pelota mayor que usted?
R. No me conoce. ¿Que se puede interpretar así? Bueno. En la vida se puede ser bienintencionado y malintencionado.
P. ¿Es usted el delfín o algún otro pez?
R. Ni me considero el delfín ni nada. Yo soy un empleado más del club. En la vida todo es muy relativo.
P. ¿Es mejor ser galáctico o de la quinta del Buitre?
R. Nosotros tuvimos nuestro momento, en un periodo en el que había sólo dos extranjeros por equipo. Ahora, los galácticos nos dan muchas alegrías a los aficionados.
P. Pero, ¿Butra-gueño o Zidane? ¿Butragueño o Figo? ¿Butragueño o Ronaldo?
R. Ellos han alcanzado un nivel que no alcanzamos nosotros. Ésa es la verdad.
P. ¿Le molesta que sea precisamente el Barça el que les moja la oreja en la Liga?
R. No. Molestarme, no. Me incomoda que no sea el Madrid el primero.
P. Su ídolo siempre ha sido Cruyff. ¿Se lo han perdonado en esta casa?
R. No lo sé. Pero yo soy práctico. Lo que me gusta, me gusta.
P. Y ahora, ¿quién es el mejor?
R. No hay uno que sea tan superior como Cruyff en su momento. O después, Maradona.
P. ¿Hay algo de lo que no se hable o trafique en el palco del Madrid?
R. Hombre, estamos hablando de 250 personas. Es difícil que no se traten todos los temas. Seguro.
P. Dicen que es usted un poco rata, que para hacer regalos a sus compañeros cogía muestras de la perfumería de sus padres.
R. Quizá alguna vez. Pero no, regalarles, no. Les vendía desodorante de la tienda y les hacía un 25% de descuento. ¿A veinticinco voy a regalarles colonias, y cada tres meses? Y encima no les cobraba por llevárselo. Me tenían de esclavillo.
P. ¿Todo lo bueno que le ha pasado tiene que ver con el fútbol?
R. No. Conocer a mi mujer también ha sido muy importante. Da el perfil ideal de lo que yo considero que debe ser una madre. Una madre y una esposa.
P. ¿Y cómo tiene que ser?
R. Bueno, yo he crecido con los escolapios. O sea, que en ese sentido tengo una educación bastante conservadora. Yo creo que la madre es el pilar de la familia.
P. Para que así el padre se pueda dedicar al fútbol.
R. No. El padre desempeña también su papel. Yo creo que tener una familia unida es una bendición. La familia es clave.
P. ¿Se considera carca?
R. Ehhh... Tradicional. Son maneras de hablar. Un jovencito diría que soy un carca.
P. ¿Es usted un mito, o tampoco es para tanto?
R. Lo de mito me parece excesivo. Estar en el Real Madrid amplifica todo.
P. Ha hablado de Buda, de Cristo y ahora de Florentino. ¿Necesita dioses o héroes?
R. No compare [ríe]. Hombre, por favor. Buda y Cristo son seres espirituales, seres superiores. Y Florentino es un empresario.
P. ¿La famosa foto de sus partes al aire aumentó su caché? ¿Tuvo efectos secundarios?
R. La sociedad tiende a la superficialidad. Yo no le di ninguna importancia. La afición la tomó como una anécdota graciosa, imagino.
P. Jamás recibió una tarjeta roja. ¿Es el lord del césped?
R. También es excesivo. Pero sí, es cierto que yo no soy una persona que busque conflictos. Y no me ha ido mal en la vida.
P. ¿Es un poco tristón y apagadillo, o es mi vista?
R. Depende para qué, ¿no? Yo no me lo considero. Sí me considero tranquilo, no extremista, y relativizo bastante, porque muy poco en la vida es como para volverse loco. Sólo la salud o la familia. Eso sí.
P. ¿Le gustaría ser un ser superior?
R. Me gustaría sentirme a gusto conmigo mismo siempre.
PERFIL
Con 41 años y tres hijos, habla con voz queda y tono pausado, y parece conjurar cualquier certeza con expresiones como "podría", "a lo mejor" o "supongo". Se recuerda con un balón desde antes de andar. Le gustan la pintura, viajar y leer. Cree en los milagros, aunque no los ha visto. Y dice que tiene más de lo que merece
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