La policía detiene a un exhibicionista junto a un colegio de Latina

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a Jairo R. S., ecuatoriano de 27 años, por exhibirse delante de los niños del colegio San Buenaventura (Latina). El detenido se colocaba detrás de la valla del colegio y simulaba que hablaba por un teléfono móvil. "Venid, aquí podéis encontrar palitos para vuestros juegos", decía Rojas a los pequeños para ganarse su confianza. Una vez los tenía delante, Rojas se bajaba los pantalones y les enseñaba los genitales.

Jairo R. llevaba varias semanas merodeando por los alrededores del colegio San Buenaventura, un centro educativo que está muy cerca de la Casa de Campo, en el distrito de Latina. Su táctica era siempre la misma: se ponía pegado a la valla del citado colegio y simulaba, muy nervioso, que hablaba por un teléfono móvil que en realidad no tenía.

Normalmente acudía al centro educativo los viernes. Los chavales, mientras, jugaban tranquilamente en el patio del colegio. Entonces, el detenido trataba de ganarse su confianza diciéndoles que tenía "palitos" para jugar, informaron ayer fuentes de la Dirección General de Policía.

Cuando los pequeños se acercaban al ahora detenido, se bajaba los pantalones y los calzoncillos y les enseñaba "con excitación" los genitales, según informó ayer la policía. "¡Mirad qué palo!", espetaba a los menores, con edades comprendidas entre los siete y los 10 años. El exhibicionista, además, advertía a los chavales de que no contaran nada de lo ocurrido ni a sus padres ni a sus profesores.

Pero uno de los niños le contó todo a su madre. A mediados de la semana pasada, la mujer acudió al colegio y presenció la escena. Se encaró con el exhibicionista y le exigió que se alejara de las proximidades del colegio. Pero Jairo R., de 27 años, no se amedrentó y continuó, durante los días siguientes, exhibiéndose delante de los niños.

Varios padres denunciaron en la comisaría lo que estaba ocurriendo en el colegio. Un agente adscrito a la Comisaría General de la Policía Judicial acudió al centro escolar e inmediatamente localizó al sospechoso gracias a las descripciones aportadas por los menores que habían presenciado las escenas exhibicionistas.

Nervioso

El agente de policía decidió observar a Jairo R. durante cierto tiempo y después de ver cómo, en varias ocasiones, se acercaba a la valla del colegio llevando un palo en una de sus manos, le pidió que se identificara.

En ese momento, el presunto exhibicionista se puso muy nervioso y se resistió incluso a facilitar sus datos al agente, quien finalmente le arrestó.

Ya en la comisaría, Jairo R., que cuenta con numerosos antecedentes policiales relacionados también con delitos de exhibicionismo, reconoció los hechos y manifestó que necesitaba tratamiento médico para curarse.