Un liberal en Convergència

El mismo día en que el Gobierno socialista celebraba el primer aniversario de su victoria electoral, el senador Carles Gasòliba soplaba las 25 velas de sus bodas de plata como parlamentario de Convèrgència i Unió. Ahora senador y antes eurodiputado, Gasòliba es el liberal por antonomasia de la federación nacionalista. Ayer quiso celebrar el acontecimiento, como ya hizo cinco años atrás, con aquellos que siguen en CiU y con los que compartió bancada en alguna de las cámaras legislativas que ha recorrido.

Jordi Pujol, Miquel Roca, Macià Alavedra, Josep Maria Cullell, Maria Eugènia Cuenca, Concepció Ferrer y Jordi Casas figuraban en la tarde de ayer en la lista de invitados. Josep Antoni Duran Lleida excusó su asistencia. La vieja guardia de la federación nacionalista quiso acompañar a este europeísta y liberal que actúa, en ocasiones, como disidente dentro de su partido. El último episodio crítico fue la apuesta decidida por el sí a la Constitución europea cuando la dirección de su partido mostraba tibieza ante una militancia decantada por el no. La fidelidad de Gasòliba al partido no le ha impedido nadar a contracorriente, y, ante la indefinición de CDC a adscribirse a una familia ideológica, apostó desde el primer momento por la Internacional Liberal, opción por la que se ha acabado decantando Convergència. "Siempre acaban viniendo a mi terreno", bromeaba ayer el también padre espitirual del Patronato Catalán pro Europa. En su partido -a estas alturas de renovación y con el rumbo soberanista de CDC- no abundan ni los liberales ni aquellos que cuentan con un perfil como el de Gasòliba, un exponente de lo que durante años se denominó sociovergencia. Ése es un calificativo nada extraño para un ex integrante del izquierdista Front Obrer Català -como Roca, Narcís Serra o Pasqual Maragall- , que dudó en 1974 entre militar en el núcleo fundacional del PSC o de CDC.