Dos candidaturas aspiran a recuperar Unión Valenciana para la política

Dos candidatos se disputan hoy el liderazgo de Unión Valenciana en una asamblea que pretende ser el punto de partida para la recuperación de un partido que en los últimos años ha experimentado un progresivo deterioro. La responsable de UV de Valencia ciudad, Amparo Picó, que encabeza una lista en la que figura el senador José María Chiquillo, y el edil de Paterna Joaquín Ballester, que pretende recuperar a militantes fugados

que han recalado en partidos como el Bloc, se disputan los restos del partido que fundó Vicente González Lizondo.

Los casi 450 compromisarios que participan en la asamblea nacional de Unión Valenciana convocada en la casa de cultura de Albal deben elegir entre dos listas que aspiran a dirigir los destinos del partido tras la dimisión del anterior presidente de la formación regionalista, Julio Chanzá, alcalde de Alcàsser. Chanzá, que fue elegido en octubre de 2003, dimitió el pasado 24 de enero por las "diferencias entre los miembros de la ejecutiva", que, según dijo, provocaron "la ingobernabilidad" de un partido que en los últimos años ha vivido en permanente crisis.

Los pésimos resultados obtenidos en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2003 y el pacto firmado a principios de febrero del año pasado, semanas antes de las elecciones generales, entre la dirección de UV y el PP para incluir en la lista popular al Senado al ex dirigente regionalista José María Chiquillo desencadenaron una crisis total en el partidos.

Los compromisos

Ahora, Amparo Picó y Joaquín Ballester aspiran a recuperar el partido. La primera, responsable de la formación en Valencia ciudad, cuenta con el apoyo de Chiquillo. Promete el "relanzamiento" de la formación que, según dice, se tiene que diferenciar tanto del PP y del PSPV como de las formaciones minoritarias que pueden disputarle el espacio: el Bloc y Esquerra Republicana por la izquierda y Coalición Valenciana y España 2000 por la derecha. "No vamos a ser el apéndice de nadie", afirma Picó, de 46 años, aunque llegado el momento, en el año 2007, si es necesario pactará con el PP para evitar que el "tripartito" gobierne en la Generalitat valenciana. Reconoce que ahora UV está "sin rumbo" y "fuera de cobertura", pero promete "integración" y se muestra convencida de la posibilidad de recuperar el espacio perdido.

Por su lado, Joaquín Ballester, químico de 43 años, aspira a "sumar, en vez de restar". Y eso pasa por recuperar a los desencantados, incluidos los que en los últimos tiempos han recalado en el Bloc. Ese acercamiento a los nacionalistas le ha valido la crítica de la otra candidatura, a la que Ballester considera "pegada" al PP. Ballester llama la atención sobre los medios económicos de los que ha dispuesto su rival durante la precampaña, cuando las arcas del partido están bajo mínimos.