El Espanyol se sube al podio

Desde la seriedad y a partir de un buen control emocional, el Espanyol firmó en Montjuïc un remonte tan esforzado como estimulante ante el Levante. El factor campo ha permitido a los blanquiazules regresar al podio de la Liga, a la zona Champions, en unas condiciones delicadas, sobre todo por la ausencia de Tamudo y De la Peña, dos futbolistas desequilibrantes ofensivamente y, consecuentemente, imprescindibles en los partidos de signo casero como era de ayer por la tarde. A falta de delanteros, la segunda línea blanquiazul fue desequilibrante en el equipo catalán. Amavisca y Maxi expresaron la fiabilidad local en dos llegadas que sorprendieron al Levante, un equipo igualmente competitivo en el medio campo y, sin embargo, más vulnerable en las dos áreas.

Fuerte en defensa, el Espanyol fue muy pillo en ataque en una jornada que ni pintada para medir sus aspiraciones en el campeonato: o estiraba el cuello o se vencía en la mediocridad. A excepción de la concesión habitual de Kameni -el portero erró en un rechace con el pie y se fue a defender el fuera de banda, dejando la meta a merced de Manchev, al que perdió la buena defensa que Ibarra y Lopo hicieron de la jugada-, el equipo de Lotina se apretó bien y sólamente permitió el tanto de Sergio García, un delantero muy espabilado y abucheado por su condición de azulgrana: el punta del Levante combinó con Ettien y remató a gol de forma precisa.

Tuvo suerte el Espanyol al empatar acto seguido con un disparo de Amavisca en una acción presidida por un remate de Jonathan, cuya alineación premió la vocación ofensiva que el técnico blanquiazul le dio a su equipo. El punta blanquiazul completó un trabajo de mucho mérito, en la misma línea de Ito, un futbolista infatigable. Los meritorios aseguraron la victoria de Espanyol, que no jugó nada bien y, a cambio, tuvo a buen recaudo al Levante, un rival muy difícil de jugar y que se remitió al árbitro cuando tuvo que dar explicaciones del resultado. Aunque se achantó en un par de jugadas, y la una acabó en el gol de Amavisca -Ito le hizo previamente la cama a Alexis-, el colegiado no pareció tan decisivo. Resulta comprensible, por otra parte, el enfado del Levante porque a efectos de producción no fue inferior al Espanyol. En una situación de igualdad, sin embargo, resolvió el mayor acierto local.

Al Levante se le han escapado muchos partidos por un pelo y, por tanto, se entiende su desconsuelo. Schuster ha armado un equipo muy interesante y, sin embargo, se le discute. El Espanyol, por contra, ha puesto el piloto automático y se mantiene en los puestos de cabeza por su buena organización del juego. Lotina le ha dado estabilidad y solvencia, y la hinchada perica bien que lo agradece, sobre todo en partidos de paso, tan trabados y desagradables como el de ayer, ante el incomprendido Levante.