Ferrando retrasa tres semanas el anuncio de la decisión sobre su futuro al frente de la CEV

Rafael Ferrando, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), tenía previsto informar ayer al comité ejecutivo de la patronal provincial sobre su futuro al frente de la organización, que debe renovar sus cargos en abril. Las ausencias de cinco de los 13 miembros del comité ejecutivo aconsejaron retrasar el anuncio, según la versión oficial, pero también azuzaron las voces discrepantes en el seno de la patronal provincial. El aspirante con más posibilidades de suceder a Ferrando, José Vicente González, presidente de Femeval, pidió calma.

Ferrando ocupa la presidencia de la patronal provincial de Valencia desde 1997. Un año después, saltó a la presidencia de Cierval, la patronal autonómica. Desde hace meses pulsa las posibilidades de optar a un tercer mandato al frente de la CEV. Ayer, tenía previsto comunicar al máximo órgano directivo de la patronal provincial el resultado de sus contactos.

"La ausencia de miembros significativos" del comité ejecutivo, según un portavoz oficial de la patronal, hizo que se retrasara el anuncio de una decisión "tan relevante" . Cinco de los 13 miembros del comité ejecutivo faltaron a la cita, los representantes de las federaciones de madera y mueble, agroalimentaria, curtidos y textil, y un representante de Mercadona.

Al margen de la razón oficial, José Vicente González, presidente de la federación del metal, explicó que la organización de la cumbre empresarial de Peñíscola, prevista la próxima semana, "ha complicado el calendario de reuniones" de Ferrando para "consensuar el programa de acción" de la patronal provincial "para los próximos cuatro años".

González hizo pública hace meses la apuesta de Femeval por acordar un programa para la sucesión de Ferrando, "como en cualquier empresa", que podría encabezar el propio Ferrando o cualquier otro. "Hay que hacer las cosas bien y con calma", reiteró González ayer a última hora de la tarde después de la reunión de la junta directiva de la CEV.

Otro de los miembros del comité ejecutivo, que prefirió permanecer en el anonimato, simplificó la cuestión y se limitó a explicar: "Hemos decidido aplazar el anuncio unas semanas hasta después de la cumbre de Peñíscola para evitar mezclar la evolución de la CEV con el acto organizado por Cierval".

Alguno de los ausentes a la cita del comité ejecutivo, que suele celebrarse por la mañana, aprovechó la ocasión para cargar contra el presidente y subrayó la importancia de aplazar el anuncio de la decisión. "Que no piense que tiene carta blanca", comentó el dirigente empresarial, "algunos no estamos nada satisfechos con su gestión, su sometimiento al poder político y su falta de liderazgo empresarial".

El mismo empresario recordó los problemas que afrontó la patronal provincial a raíz de la venta de un edificio a Bancaixa de un edificio en Valencia, propiedad de una fundación vinculada a la patronal, a través de una operación de leasing que permitiría a la CEV recuperar la titularidad del inmueble después de alquilarlo durante siete años a una empresa próxima a la institución. "Ferrando ocultó la operación al comité ejecutivo, nos mintió y luego pago el pato el secretario general, Pedro Coca", resumió el mismo representante empresarial.

Pedro Coca, efectivamente, presentó su dimisión como secretario general de la CEV a raíz de la polémica derivada de la confusa gestión de la venta del edificio. En la actualidad, Coca es secretario autonómico de Empresa a las órdenes del consejero Justo Nieto.

Ferrando, por su parte, se limitó a comunicar a última hora de la tarde que ha convocado un comité ejecutivo extraordinario, previsto el 21 de marzo, para trasladar al máximo órgano directivo de la CEV la decisión sobre su futuro al frente de la institución.

La decisión de las Cámara de Comercio de presentar el día 8 de marzo en Alicante un informe elaborado a requerimiento del consejero de Empresa sobre el panorama empresarial en la Comunidad Valenciana no ha hecho sino enrarecer el clima entre la clase empresarial valenciana.

Varios portavoces empresariales recordaron ayer que la Cámara de Comercio es una institución de obligada afiliación, que se nutre de impuestos y de cuotas obligatorias que aportan todas las empresas y, en último término, es "un órgano consultivo de la Administración".

Las organizaciones patronales, sin embargo, son de filiación voluntaria y constituyen "los auténticos órganos de representación de la clase empresarial", subrayaron varios empresarios.

Por esa razón, todos rechazaron cualquier posible rivalidad entre instituciones. "La cumbre de Peñíscola y la reunión de la Cámara en Alicante no son comparables porque las instituciones no son homogéneas", resumió un dirigente empresarial de la patronal.

Sin embargo, los problemas de protagonismo derivados de la polémica sobre las cumbres paralelas han complicado la negociación de la sucesión de Ferrando. Un disidente acusó al actual presidente de la CEV y Cierval de incapacidad para frenar la iniciativa de la Cámara.