El Audi A4 es más seguro y gasta menos
La imagen y el dinamismo de los turismos, con una capacidad de carga ampliada que mejora su sentido práctico. Son las ventajas de las carrocerías break (familiares) frente a otros coches con mucho espacio, como los monovolúmenes y todoterrenos. También las ofrecen los dos modelos de la prueba: Audi A4 Avant 2.0 16v. TDi y Jaguar X-Type 2.0D Wagon. Ambos comparten la zona delantera e incluso las cuatro puertas con las berlinas de las que derivan, pero añaden un techo alargado por detrás que permite integrar un portón trasero y potencia su funcionalidad.
Los dos protagonistas de esta comparativa aprovechan la imagen y prestigio de sus marcas para situarse por encima de otros modelos más populares. Montan motores turbodiésel, los más rentables por su relación entre prestaciones y consumo.
Familiares turbodiésel
El A4 Avant acaba de ponerse al día y estrena el nuevo frontal de Audi. Tiene tres mecánicas diésel: 3.0 V6 de 205 CV (41.300 euros), 2.5 V6 de 163 CV (35.800) y el 2.0 TDi de 140 CV de la prueba (31.700). El Jaguar X-Type Wagon sólo cuenta con un turbodiésel: 2.0 D de 130 CV, que en el acabado básico o Classic cuesta 31.400 euros. Tanto uno como otro tienen más versiones de gasolina y con tracción 4×4.
Las carrocerías familiares como las que distinguen a estas versiones del A4 (Avant) y el X-Type (Wagon) no han tenido hasta ahora mucha aceptación en España. Mientras en países europeos como Alemania e Italia acaparan más del 60% de las ventas en algunos modelos, aquí casi nunca pasan del 25% y la media está en el 15%. Las razones de su baja demanda son en su mayoría sociológicas: muchos compradores ven menos elegantes estas versiones y las identifican con las furgonetas. Pero lo más curioso es que en algunas zonas de España, sobre todo en el sur, el rechazo de debe a que recuerdan a los coches fúnebres.
Al margen de estos prejuicios, los break van ganado adeptos en nuestro mercado, y sorprendentemente se lo deben en parte a los monovolúmenes, porque cada vez hay más usuarios, sobre todo familias jóvenes, que rechazan su imagen pesada y sus carencias dinámicas y prefieren resolver sus necesidades de espacio eligiendo la imagen más estilizada y el mejor comportamiento de los breaks.
CONCLUSIÓN
DOS MODELOS FAMILIARES con el toque exclusivo que aporta la imagen y el refinamiento mecánico de las marcas de prestigio. Y una victoria mínima del Audi A4 Avant 2.0 TDi, que se impone principalmente porque incluye de serie el control de estabilidad ESP, un dispositivo de seguridad imprescindible que, sorprendentemente, es opcional en su rival.
Al margen de este detalle, el Audi aporta también un diseño más fresco y moderno que transmite solidez y deportividad, tanto por fuera como en el interior. Cuenta con un motor más potente y un cambio de seis marchas más eficaz que le proporciona mejores prestaciones, y, sobre todo, unos consumos algo más bajos. El resultado es un conjunto más completo que cumple bien en todo y ofrece una capacidad de carga sobresaliente si se aprovecha al máximo el interior.
El Jaguar X-Type Wagon 2.0 D tiene una imagen más clásica y refleja en su línea la elegancia tradicional de los mejores coches ingleses. Por dentro sucede lo mismo: recurre más a las maderas para crear un ambiente refinado. Y aunque no es muy amplio, también se puede cargar hasta el techo. Su punto fuerte es la comodidad y logra ser más confortable sin sacrificar la estabilidad. En realidad, el inconveniente del Jaguar es su equipo de seguridad, porque cuesta lo mismo que el Audi y exige pagar aparte el ESP, un detalle impropio de su precio.
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