El sur busca su orgullo
Un estudio sociológico concluye que la zona necesita un elemento simbólico que ayude a los vecinos a reforzar su identidad
Madrid sur. Un millón y medio de habitantes. Metrosur. Ciudades con casi 200.000 vecinos. Población muy joven. La Cubierta de Leganés. Centros comerciales. Bares, discotecas. Parques y polígonos industriales. Grandes infraestructuras. El Getafe Club de Fútbol. Vecinos ilustres: los futbolistas Iker Casillas y Fernando Torres; el escritor Lorenzo Silva. Nada que envidiar a la capital. ¿O sí? Un estudio sociológico encargado por el Instituto de Cultura del Sur ha concluido que, a pesar de todos los avances que ha experimentado el sur de la región, sus vecinos aún no muestran "con plenitud su identificación con sus ciudades y la zona".
Es decir, según el informe, a parte de sus habitantes aún le cuesta decir que son de Parla, de Getafe o de Leganés. Y le cuesta aún mucho más proclamar que procede de conceptos tan generales como Madrid sur, la zona sur o el área metropolitana sur. Según el informe, el 42,2% de los sureños dice sentirse preferentemente de la localidad donde reside. Pero aún hay un 23,1% que, cuando alguien le pregunta de dónde es, contesta con una generalidad: "de Madrid".
El estudio ha sido dirigido por los sociólogos Alberto Godoy y Javier Callejo. Ha costado un año de trabajo pormenorizado. En ese tiempo, sus responsables han entrevistado a expertos del ámbito cultural de la zona, han hecho encuestas telefónicas a más de 1.200 vecinos y han estudiado las discusiones de grupos de jóvenes, inmigrantes, trabajadores o profesores de secundaria.
Entre los seis municipios estudiados (Parla, Leganés, Getafe, Móstoles, Fuenlabrada y Alcorcón) suman una extensión de 264 kilómetros cuadrados. Una extensión geográfica que apenas alcanza el 3,3% del territorio de la región, mientras que su población llega al 17,2% del total. Estas seis localidades cuentan con las mayores densidades de población dentro de la Comunidad, sólo superadas por Coslada.
"La identificación con las respectivas ciudades es difícil en una población que mayoritariamente pasó buena parte de su infancia en otra localidad distinta", señala el informe. Ciudades enormes, pero con muchos residentes recién llegados o que pasan el día trabajando y divirtiéndose en la capital. Gente que en su día no eligió el sur por gusto, sino porque el precio de la vivienda, hace años, era más barato.
¿Y qué le falta entonces al sur para que todos esos ciudadanos refuercen su identidad? "La zona necesita un elemento simbólico que unifique a todos sus vecinos", apunta Alberto Godoy, uno de los directores del estudio. ¿Como qué? "Pues, por ejemplo, un museo de arte moderno hecho por un arquitecto de prestigio y que se conozca en todo el mundo como el museo tal de Madrid sur. Eso haría sentir a la gente orgullosa de que viven en el sur de Madrid", augura el sociólogo. Godoy va aún más allá: "O el sur refuerza su identidad de una vez por todas o sus ciudades terminarán convirtiéndose en barrios de Madrid".
A falta de grandes museos, los principales referentes de la zona sur para sus vecinos son la universidad (hay dos: la Rey Juan Carlos y la Carlos III), Metrosur y la Cubierta de Leganés. Este espacio, donde se celebran conciertos todo el año, es percibido por los jóvenes de la comarca como algo común, que les pertenece a todos. En cambio, el Festival de Otoño (evento teatral que se desarrolla en parte en la zona) no es ningún elemento simbólico de la zona, según el estudio. Es más, muchos de los vecinos ni siquieran lo conocen. Tampoco el festival de música Festimad es considerado un elemento integrador, sino que es percibido exclusivamente como parte de la actividad cultural de Móstoles. Festimad este año abandona el territorio mostoleño y se celebrará por vez primera en Fuenlabrada. Sus organizadores pretenden, precisamente, que todos los jóvenes de Madrid sur reivindiquen el evento como algo suyo.
El alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, discrepa sobre la parte del estudio que señala la falta de identificación de los vecinos con su municipio. "Esto ya no es así. Los vecinos se sienten orgullosos de su ciudad y no tienen problema en decir que viven en ella", opina Robles.
Para el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez, hay algunos "capitalinos" para los que toda la zona sur es lo mismo: un terreno unificado y lejano. "No distinguen, para ellos todo está lejos y ya está. Les da igual Fuenlabrada que Móstoles o que Leganés", dice. Y pone un ejemplo vivido por él mismo. "A mí muchas veces me llaman Pedro porque me confunden con el alcalde de Getafe (Pedro Castro). Vale que los dos llevamos bigote, pero somos dos personas que dirigen dos localidades distintas".
Con lo que sí están contentos los residentes del sur es con la calidad de vida de sus ciudades. Cuatro de cada cinco ciudadanos de más de 14 años opina que la evolución de la ciudad en los últimos diez años ha ido a mejor. Y tres de cada cuatro manifiestan que sus ciudades disfrutan de una calidad de vida buena o muy buena.
"En el sur se vive bien, por mucho que piensen en la capital que somos ciudades feas. Ya es hora de quitarnos el sambenito de frases como 'a mamarla a Parla', 'el monstruo de Lega-nés', 'la costa marrón' o que somos 'unos poligoneros", reivindicaban el jueves pasado en Móstoles un grupo de chavales. Ellos, de momento, aseguran que no tienen problema en proclamar a los cuatro vientos de dónde son: "Sí, somos de Móstoles. Aunque luego nos hagan la broma de que somos de la ciudad de las empanadillas [en referencia a un famoso sketch del dúo Martes y Trece]", concluyen.
Del centro a los centros
La población del sur es muy joven. Fuenlabrada y Parla tienen la media de edad más baja de toda la región. Son los hijos de la generación de inmigrantes nacionales que se instaló en la zona en el decenio de los setenta y que hoy cuenta entre 50 y 60 años.
Para ellos hay una buena oferta cultural que no tiene nada que envidiar a la de la capital. Los ayuntamientos se esfuerzan en programar buenas obras de teatro y conciertos. Pero, aun así, hay algo contra lo que los consistorios tienen difícil luchar: la actividad de los centros comerciales. El sur es la zona de la región que más metros cuadrados de superficie comercial tiene por vecino. Y eso se nota. Hay oferta para todos los gustos. Aparte de las macrosalas de cine, de las boleras o de las tiendas, también hay zonas de copas.
Los jóvenes están desocupando los centros urbanos porque prefieren divertirse en los macrocentros que pueblan las afueras de toda la zona. "Los centros comerciales están quitando protagonismo al centro urbano en cuanto a los hábitos de diversión", señala Alberto Godoy, uno de los directores del estudio sociológico encargado por el Instituto de Cultura del Sur. "Eso no quita para que el consumo cultural de estos vecinos esté por encima de la media regional e incluso de la nacional", matiza.
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