El cuestionamiento de Atutxa y la larga interinidad de Ortuzar al frente de EITB

El presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, ha perdido en esta legislatura la aceptación generalizada de que gozaba desde sus tiempos como consejero de Interior. Sus interpretaciones del reglamento de la Cámara para permitir al Gobierno superar en lo posible dificultades de su situación minoritaria han escandalizado a la oposición, que le ha acusado de parcialidad.

Hasta el último momento se han reproducido las protestas.La última la recibió en el pleno del jueves cuando ordenó votar de modo distinto a como se hizo en comisión las enmiendas de totalidad a la ley de Suelo, para evitar, como hace ya de modo habitual con los presupuestos, la devolución. "El presidente de la Cámara tiene distinto criterio que el presidente de la comisión", adujo para sostener su postura. En la legislatura se han producido incluso algunas expulsiones de portavoces por desatender sus órdenes.

El Parlamento sí ha logrado sacar del atasco las renovaciones de órganos como el Tribunal de Cuentas y, aunque muy en la recta final, el Ararteko. Éste último salió finalmente por unanimidad , después de dos intentos fallidos, mal trabados incluso dentro del tripartito.

Donde no ha logrado la oposición mover al Gobierno ha sido en la figura del director general de EITB, Andoni Ortuzar. Ortuzar ocupa el cargo desde la legislatura anterior y debería haber sido sustituido o revalidado en el puesto por mayoría absoluta de la Cámara, tal y como está reglamentado, en este mandato.

Para la oposición es claro que el aval del Parlamento se agota con cada legislatura y que el candidato a dirigir el ente debe obtenerlo de nuevo. Sin embargo, el Gobierno, sabedor de su imposibilidad de sumar los apoyos necesarios, ha logrado que Ortuzar agote los cuatro años en situación de interinidad, con el argumento de que mientras no se presenta otro candidato continúa el anterior.

Ortuzar fue elegido en 1999 gracias a los votos de los parlamentarios de Batasuna, entonces Euskal Herritarrok, con quienes Ibarretxe hizo un pacto de colaboración parlamentaria y con ese aval, y su denuncia permamente por la oposicion, ha batido todos los récords de interinidad en un cargo público.