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Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

La responsabilidad social gana peso

El 85% de los directivos y grandes inversores considera que es un aspecto decisivo

La responsabilidad social corporativa se ha convertido en un aspecto "central" o "importante" a la hora de tomar decisiones de negocio. Es la respuesta que dan el 85% de los directivos e inversores institucionales consultados para un estudio de Economist Intelligence Unit. Ese porcentaje casi se ha duplicado en los últimos cinco años, pues entonces sólo el 44% de los encuestados daba la misma respuesta. El estudio concluye que el escepticismo que la responsabilidad corporativa todavía provoca en algunos ejecutivos y analistas no impide que esta cuestión se esté convirtiendo de forma gradual en una preocupación fundamental de las empresas. Los autores de la investigación interpretan que este boom es el resultado de distintos factores, como la pérdida de confianza en las grandes compañías debido a los escándalos corporativos de los últimos años, la globalización y el movimiento en favor del buen gobierno de las empresas.

Hace cinco años, sólo el 44% de los consultados daba importancia a temas como la ética, el buen gobierno o la transparencia corporativa

Para la mayoría de los consultados, los aspectos más relevantes de la responsabilidad corporativa son, por este orden, el comportamiento ético de aquellos que llevan las riendas de la empresa (67% de los encuestados); el buen gobierno corporativo (58%), es decir, las normas a través de las cuales se gobierna la organización, y la transparencia (51%). Los inversores institucionales, sin embargo, anteponen esta última cuestión a cualquier otra preocupación en este terreno (68%).

Otra cuestión que aborda la investigación La importancia de la responsabilidad corporativa, en la que ha participado Oracle, tiene relación con los stakeholders (partícipes e interesados), los distintos públicos a los que debe dirigirse la empresa. En este sentido, para los ejecutivos, la primera preocupación son los clientes (65%), por delante de los empleados (61%) y los accionistas (46%), que ocupan el tercer lugar.

Las organizaciones no gubernamentales y las comunidades donde desarrolla su actividad la empresa no aparecen entre sus prioridades, pues reciben sólo el 1% y el 5% de las respuestas, respectivamente. Incluso las donaciones y las inversiones éticas, tan de moda hace unos años y motor de la responsabilidad social en muchas compañías, concentran sólo el 6% y el 4%, respectivamente.

A pesar de que muchos expertos aseguran que existe una relación directa entre la actuación de una empresa en este terreno y sus resultados financieros, los participantes en el estudio no la ven por el momento. El 84% de los consultados reconoce que estas prácticas pueden ayudar a la compañía, pero no ven un impacto beneficioso automático en los resultados.

La investigación se basa en una encuesta a la que contestaron 136 directivos y 65 representantes de inversores institucionales en octubre del año pasado. De los primeros, el 19% eran el máximo ejecutivo de la compañía.

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