El Duero discurre hacia el Este
Protos intenta aumentar sus exportaciones de vinos de calidad desde Rusia a China
Los países del este europeo y otros de Asia, como China, han sido considerados tradicionalmente como los grandes clientes potenciales para la venta de vinos baratos y dar salida a los excedentes. Protos, uno de los buques insignia de las bodegas en Ribera del Duero, piensa todo lo contrario. Para los responsables del grupo, en esas zonas aparece un nuevo consumidor que demanda vinos de calidad y que puede pagar precios altos. Sobre él basan sus esperanzas para aumentar las exportaciones.
El objetivo de la bodega es lograr que, a corto plazo, las exportaciones pasen a suponer una tercera parte de las ventas totales del grupo
Protos es una referencia en Ribera del Duero más por su imagen de calidad que por sus ventas, unos tres millones de botellas al año
"Nuestra apuesta", señala el presidente de la empresa, Miguel Ángel Carrascal, "se basa en dos objetivos muy claros. Primero, seguir mejorando la calidad como instrumento para asegurar el futuro frente al aumento de vinos a precios baratos en las propias denominaciones de origen; segundo, buscar nuevos mercados en el exterior frente a los clientes tradicionales en Europa o América, como podrían ser Rusia o los países asiáticos".
Protos, con una facturación de 16 millones de euros y unas ventas de casi tres millones de botellas al año, constituye una de las referencias en Ribera del Duero, más por su imagen de calidad que por su volumen de ventas. Fundada en los años veinte por un grupo de 13 socios como una cooperativa que elaboraba sus vinos en sus propios lagares en Peñafiel (Valladolid), ha ido evolucionando en las últimas décadas, primero como sociedad anónima y actualmente como una sociedad limitada que cuenta con casi 300 accionistas del pueblo y del exterior.
La imagen de calidad mediante un especial cuidado de los caldos ha sido una de las constantes por las que se ha caracterizado la trayectoria del grupo. La bodega cuenta con una superficie propia de 108 hectáreas, a las que se suman otras 600 hectáreas de los socios. Sobre estas 700 hectáreas, la bodega ejerce un riguroso control, desde el periodo de poda hasta la vendimia, para lograr una materia prima de calidad con un rendimiento máximo por hectárea de 5.000 kilos de uva. Para lograr ese objetivo, la bodega aplica diferentes podas hasta el mes de agosto.
Calidad frente a cantidad
Carrascal es de los que consideran que la rentabilidad del viñedo, desde el agricultor hasta la bodega, se debe basar en una producción limitada y con buenos precios. En esta línea, rechaza las políticas de los consejos reguladores que permiten altos rendimientos en detrimento de la calidad cuando el problema del sector pueden ser los excedentes. Así, el grupo adquiere en cada campaña aproximadamente un millón de kilos de uva, el 40% de sus necesidades de materia prima, a través de la bodega de Anguix (Burgos). La condición para la compra de esa uva es que proceda de cepas viejas, con bajos rendimientos por hectárea y que solamente entren en la bodega tras un proceso de selección de racimos. Este control se va a intensificar con selección de la uva grano a grano.
Frente a las dificultades por los excedentes de otros grupos, los problemas en el caso de Protos vienen dados por sus bajas existencias y la necesidad de contar con nuevas instalaciones para envejecer sus caldos. En esta línea, en las últimas semanas ha puesto la primera piedra para construir una nueva bodega en Peñafiel que supondrá una inversión de 14 millones de euros, diseñada por el arquitecto británico Richards Rogers. En el último año, la bodega comercializó 1.800.000 botellas de vino joven, 850.000 de crianzas, más de 100.000 de reservas, 45.000 de grandes reservas y otras 40.000 de reservas especiales, con un incremento del 15% sobre la campaña anterior. La falta de capacidad propia hizo que parte del dormitorio de bodegas se estuviera haciendo en establecimientos ajenos, algo que se quiere superar con la construcción de la nueva planta.
Actualmente, del conjunto de las ventas del grupo, el 80% se hace en el mercado nacional, fundamentalmente en la restauración, y el 20% en el exterior, sobre todo en países del norte de Europa y en Centroamérica. Los responsables del grupo consideran que es indispensable mantener esos mercados, en los que se aprecia y se paga el vino de calidad. Sin embargo, se estima que es preciso buscar otros mercados donde, junto a una mayoría de ciudadanos que sólo puede consumir vinos baratos, hay otro segmento de la población que puede demandar vinos buenos y pagar altos precios por ellos, como serían los países del este europeo y otras naciones asiáticas. Con la mirada puesta en esos mercados, el objetivo de Protos es lograr que las exportaciones pasen a suponer a corto plazo una tercera parte de las ventas totales del grupo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.