"La aviación es uno de nuestros sueños desde hace años"

Si alguien duda de la ascensión que las marcas japonesas de automóviles están registrando en Europa, no tiene más que comprobar el 40% de aumento de la facturación que Honda Automóviles espera alcanzar el 31 de marzo en España cuando cierre su ejercicio fiscal. O el 27% en el caso de las motocicletas, un sector en el que vienen de un crecimiento del 48,5% el pasado ejercicio y en el que disfrutan de una cuota de mercado superior al 25%. Aunque no tan elevados, en el resto del mundo alcanzan también crecimientos importantes, al mismo tiempo que preparan la incorporación de nuevos productos a su oferta como los robots o los motores de aviación.

Shigeru Takagi es el director general de Honda Motor Co. desde el pasado mes de junio y conoce bien las peculiaridades de los mercados europeos, ya que ostentaba anteriormente el cargo de presidente de Honda Motor Europe.

"El modelo que producimos aquí se adapta más a los clientes españoles y europeos; ésa es una de las características de nuestra política"

"Nuestro resultado financiero se ve afectado por el cambio de divisas, pero no demasiado; es un factor más y no nos centramos mucho en él"

"El año pasado fabricamos 9,2 millones de motocicletas, a las que hay que añadir otro millón y medio de los países asiáticos"

Pregunta. ¿Qué características cree que diferencian al mercado español del resto?

Respuesta. Es una parte importante del mercado europeo. Ha crecido de manera importante en los últimos años, y este último ha alcanzado el millón y medio de unidades, que es un tamaño bastante bueno. Para nosotros es muy importante. Aunque sólo llevamos poco más de una década en el negocio de los automóviles en España, tenemos una buena red y este año hemos tenido un crecimiento notable. Primero, porque el mercado está creciendo, y segundo, porque nuestros nuevos productos son muy adecuados para este mercado. La incorporación de los motores diésel a nuestra oferta va ser un impulso decisivo para el crecimiento de Honda en España.

P. ¿Por qué han tardado tanto, no sólo Honda, sino todas las marcas japonesas en general, en la incorporación del diésel? ¿No creen que llegan un poco tarde y les va a costar ponerse a la altura de otras marcas?

R. Sí, creo que tiene razón. Hemos empezado muy tarde, nosotros somos probablemente los últimos o casi los últimos en introducir nuestro propio motor diésel, pero en el pasado el negocio de Honda en Europa no era lo suficientemente grande para que fabricáramos nuestro propio diésel. En nuestra historia no tenemos productos de este tipo. Estamos muy centrados en hacer vehículos de pasajeros y nos esforzamos mucho en buscar la eficiencia de los motores de gasolina. Estados Unidos, al igual que Japón y el resto de Asia, no son mercados diésel, así que nos llevó tiempo el tomar la decisión de hacer un motor diésel. En el pasado hemos colaborado con Rover en el tema de los motores diésel y en la actualidad colaboramos con Isuzu. Nuestro modelo Civic en la actualidad tiene motor diésel fabricado por Isuzu, pero vamos a cambiarlo a un motor diésel de Honda para la próxima generación de Civic.

P. El crecimiento de las marcas japonesas en todo el mundo suele estar acompañado de unos importantes índices de rentabilidad por su gran utilización de la capacidad de producción de las fábricas. ¿Se están planteando la apertura de nuevas plantas? ¿Quizá en la Europa del Este?

R. Sí, nuestro negocio del automóvil ha crecido a un ritmo constante en los últimos dos o tres años, y este año esperamos un 10% de crecimiento para Europa. Tenemos una planta de fabricación en Swindon, en Reino Unido, y este año hemos producido más de 190.000 unidades en esa planta, lo que representa la capacidad plena de los turnos de la operación de esta planta, pero todavía contamos con la posibilidad de añadir un turno más para ampliar nuestra capacidad de producción de 190.000 a, aproximadamente, 250.000 unidades.

P. ¿No cree entonces, como afirman algunos colegas suyos, que hay un exceso de capacidad de producción instalada en Europa?

R. Tenemos la ventaja de que nuestros centros de producción son muy flexibles. Un buen ejemplo es esa planta de Swindon, donde produjimos en un primer momento Accord y Civic, pero, debido a una caída de la demanda general hace cinco años, cambiamos nuestra estrategia para adaptar la producción del todoterreno CR-V en un periodo de tiempo muy corto. Nuestra situación es cada vez más sólida y estable, y creo que somos bastante flexibles y estamos preparados para los movimientos del mercado.

P. Su producción total en estos momentos es de unos tres millones de coches, cinco de motores y nueve de motos. ¿Cree que es una proporción adecuada o preparan algún ajuste?

R. La proporción de las líneas de nuestros productos puede que cambie de vez en cuando. Por ejemplo, en los últimos años el crecimiento total del negocio de las motocicletas ha sido muy importante. El año pasado fabricamos 9,2 millones, a las que hay que añadir otro millón y medio que no se contabilizan como tales porque en algunos países asiáticos tenemos un 100% de producción local que no se incluyen en nuestro año financiero, pero son también productos Honda. Nuestro negocio de motocicletas es probable que crezca debido a estos países asiáticos, como China, India, Indonesia y Vietnam.

P. ¿No cree que esa producción de motocicletas en esos países asiáticos puede terminar afectando al resto, con exportaciones masivas desde allí?

R. No creo que el desarrollo de esos negocios de motocicletas de Asia vaya a afectar a nuestra producción en España o en Italia, no lo creo. Nuestra política es adaptarnos a los clientes europeos y necesitamos una unidad de producción cercana al cliente europeo, porque la demanda de motocicletas aquí no es la misma que la de China o Vietnam. El modelo que producimos aquí se adapta más a los clientes españoles y europeos; ésa es una de las características de nuestra política. Sin embargo, el desarrollo de motocicletas en Asia nos ha abierto la posibilidad de exportar desde estos países determinados modelos de buena calidad a precios muy aceptables para ser introducidos en los mercados europeos.

P. Recientemente hacían pública su intención de fabricar un motor para un avión de ejecutivos. Las experiencias anteriores no son nada halagüeñas: Alfa Romeo, Daimler, Fiat... ¿Han cambiado las circunstancias?

R. Somos una empresa que quiere desarrollarse en el ámbito de la movilidad. El motor de aviación y el desarrollo de los aviones ha sido uno de los sueños de Honda desde hace muchos años. Hemos hecho una investigación muy profunda de ese sector y creemos que podemos comenzar la etapa de desarrollo de este negocio. Otra actividad nueva es el robot humano, ASIMO, que es otro de nuestros sueños. No sabemos todavía cómo podemos obtener beneficios reales en estos mercados en el futuro, pero acerca del reactor de Honda, recientemente establecimos la compañía Honda Dédalo en Estados Unidos y también hemos potenciado las investigaciones en Japón. En el mercado de la aviación lleva mucho tiempo conseguir beneficios, porque no sólo hay que vender unidades de motores, sino que después, durante los siguientes 20 años, deben suministrarse las piezas necesarias para mantener el producto. Así que en este momento estamos simplemente estudiando cómo se puede establecer el posible negocio y hemos llegado a un acuerdo con General Electric, que tienen expertos en este campo que nosotros no tenemos.