Uno en Valencia y otro en Alicante
Las discrepancias entre el presidente regional del PP, Francisco Camps, y su antecesor en el cargo, Eduardo Zaplana, se volvieron a evidenciar ayer, en el cierre de la campaña del referéndum.
La irrupción del portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana -en el último acto de campaña de la provincia de Alicante-, obligó al entorno de Francisco Camps a echar el resto para movilizar a cargos y afiliados en una suerte de competición por el liderazgo entre la militancia.
Así, el equipo de Camps se movilizó desde mediados de semana para lograr que prácticamente todo el Consell y los cargos públicos alicantinos estuviesen presentes en el mitin de Camps y no tuviesen excusas para no asistir al acto celebrado en el polideportivo de La Petxina de Valencia.
Esta estrategia llevó a Camps a entrar al recinto del mitin en compañía del diputado por Alicante y ex ministro de Defensa Federico Trillo. Una vez dentro, fueron arropados por los consejeros alicantinos José Ramón García Antón y Milagrosa Martínez, el responsable del Comité de Derechos y Garantías del PP regional, Juan Rodríguez Marín, y el subdelegado del Consell en Elche, Manuel Ortuño, entre otros.
Mientras, en Alicante, el presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, también se movilizó para que Eduardo Zaplana -que es diputado por la provincia de Valencia- tuviese lleno el aforo en su único mitin en la Comunidad Valenciana para el referéndum.
Excluido de la campaña por la dirección regional del PP, los zaplanistas -que controlan el aparato provincial en Alicante- optaron por convertir el último mitin en la provincia en un acto de adhesión a quien todavía siguen considerando su líder.
En Castellón, donde se había desconvocado el acto de cierre de campaña para arropar a Camps en Valencia, se decidió finalmente realizar un acto menor para contrarrestar informativamente el anunciado por los socialistas, con presencia de Joan Ignasi Pla y del ministro Jordi Sevilla.