Múgica fue mágico

Como coautor y coordinador general del proyecto "La escuela, promotora de una cultura de paz" quiero responder a la carta que en días pasados publicó D. Serafín Valverde, profesor del IES Lago Ligur. Los días 27 y 28 de enero celebramos nuestras V jornadas en el IES Néstor Almendros de Tomares.

Me sorprende el comentario de D. Serafín Valverde pues para nosotros (y para la gran mayoría de los asistentes: 1.500 alumnos, 500 profesores y padres, personalidades de diversos ámbitos) Múgica ha sido "mágico": compartió los dos días con nosotros, estuvo disponible para medios de comunicación, para alumnos, profesores, padres, personal laboral y todo aquel que quiso acercarse a él a charlar, sacarse una foto o simplemente para escucharle. Creo que desconoce D. Serafín que D. Enrique Múgica, desde el año 2000 que surgió nuestro proyecto, nos ha acompañado con sus palabras, su ánimo en pro de una cultura de paz y mandando representantes a nuestras jornadas.

La magia de D. Enrique nos ha empapado a muchos pues no ha venido sólo en calidad de político sino de persona que ha sufrido en su propia carne el azote del terrorismo y la violencia, el horror del holocausto judío, el desasosiego de no tener libertad para vivir en paz. De hecho, los que asistimos a la conferencia que impartió en la apertura de las jornadas, con el título Los derechos de la persona y la cultura de paz, pudimos enriquecernos de sus vivencias y conocimiento.

En este trabajo por una cultura de paz abogamos por agotar todas las vías para la buena convivencia, por ello me sorprenden sus palabras pues considero que primero está el diálogo ante todo y los pasos deberían haber sido hablar con el coordinador del proyecto en su centro y sino, al menos, acudir al diálogo con la comisión permanente e incluso haber acudido de nuevo a Múgica, antes que la exhibición en el periódico. Y máxime cuando el asesor de D. Enrique Múgica (D. Manuel García Viso) habló con usted, le ha enviado la información y ha facilitado cuanta documentación os había ofrecido para la revista de vuestro centro.

No me parece justo que en unas jornadas donde hubo tanta riqueza en valores, tantas vivencias y trabajos por la paz, se quede D. Serafín Valverde en destacar un incidente que se debería haber solventado vía el diálogo y que usted no utilizó.

Y como me parece desproporcionado, quiero insistir en la gran generosidad que nos brindó D. Enrique Múgica, su disponibilidad en la totalidad de las jornadas y le traslado las felicitaciones de cientos de profesores y alumnos, así como padres que asistieron a nuestras jornadas y que han quedado prendados de su magia y del proyecto en sí.