Joaquín González, veterano militante comunista

Los restos de Joaquín González González, un referente republicano y comunista en A Coruña, fueron incinerados a última hora del 7 de febrero. De acuerdo con sus deseos, sus cenizas fueron esparcidas en Punta Herminia, el acantilado cercano a la Torre de Hércules donde fueron fusilados cientos de sus compañeros en los primeros días de la Guerra Civil.

Joaquín González nació en el barrio obrero de Monte Alto, en 1919, aunque en su documentación figuraba 1924. A los 12 años militaba en las Juventudes Libertarias y desarrolló una intensa actividad política durante la República, lo que motivó que fuese apresado en los primeros momentos de la rebelión militar. Sus tres hermanos, dos hombres y una mujer, fueron paseados en aquellos días, pero él se libró gracias a que la fecha oficial de su nacimiento le convertía en menor de edad. Estuvo preso 12 años en el penal de Burgos, con dos condenas a muerte pendientes, y logró fugarse después de la cárcel coruñesa de Porlier. Fue maquis en Francia y España, hasta que el regreso de la democracia le permitió volver a A Coruña, donde ejerció la profesión de panadero que había aprendido en la cárcel. Joaquín González, conocido por ello como O Panadeiro en su barrio, reanudó su actividad política y social. Fue fundador y presidente de la Asociación de Vecinos de Monte Alto y de la Asociación Cultural Airiños da Torre y consiguió terrenos deportivos, escuelas infantiles y bibliotecas para sus vecinos. En 2002, la corporación municipal coruñesa aprobó dar su nombre a una calle, naturalmente en su barrio. "Siempre fue una persona humilde, pero estaba orgulloso de ser el único comunista vivo con una calle en A Coruña", recordaba el secretario local del PCG-PCE, José Antonio Sánchez.

En mayo del año pasado el Comité Central del PCG le entregó el carné número 1 del partido y la agrupación comarcal de los comunistas coruñeses decidió llamarse Agrupación Joaquín González.