Entre 10 y 20 euros por metro
Los rociadores no eran obligatorios en Madrid hasta 2003, pero siempre han sido muy baratos. Entre 10 y 20 euros por metro cuadrado, según diversos fabricantes. En realidad, es una tecnología muy sencilla, una obra de fontanería, con unas tuberías muy finas. Ni siquiera necesita electricidad, porque el agua sale por presión.
Colocarlos en un edificio ya construido puede ser un poco más caro, pero en ningún caso es comparable a costes como las moquetas o las maderas nobles.
Según Rafael Sarasola, presidente de Tecnifuego, todos los sistemas de protección contra incendios en una obra nueva pueden suponer como máximo el 3% o el 4% del proyecto, a pesar de lo cual los constructores "siempre ponen pegas".
Fernando Vigara, secretario general de la Asociación de Profesionales de Ingeniería Contra Incendios (APICI), considera "inconcebible" que edificios como el Windsor u otros colosos no hayan sido obligados en todos estos años a tener sistemas de extinción automática de incendios. "Todos sabemos que son la única manera de parar un fuego en un edificio vacío. Cuando llegan los vigilantes, que además nunca saben qué hacer, es demasiado tarde", explica.
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