"Si esta chica es una niña..."

La noticia. Natalia Menéndez, directora teatral, la vio un día en televisión y dijo: "Esta chica es una actriz". Cuando tuvo oportunidad se lo dijo, y ahora la tendrá en el reparto de El invierno bajo la mesa, de Roland Topor. Cuando se lo propuso, Lorena Berdún, comunicadora del sexo, que hace en TVE el programa Dos rombos, y que además es escritora (¡y lectora, y cinéfila!), dijo, simplemente, "¡jo!", y añadió que tenía miedo. Le dijo Natalia: "Si sólo tienes miedo, dime que sí, porque todos tenemos miedo". Y ahora será actriz, desde el 19 de marzo, cuando se estrene la obra en el teatro María Guerrero. Donde hablamos con Lorena no hace frío, pero ella juega todo el rato a arroparse con las mangas de su suéter negro. Tiene la piel pálida, viene de hacer un chat, la paran por la calle y le preguntan por cosas de su programa (y de su oficio), pero ella se mantiene como si estuviera empezando, mirando para todos los lados. Es muy joven, tiene 31 años, pero "estoy creciendo tan rápido que ahora me veo como si estuviera entrando ya en picado"...

Paz. "¿Cómo estoy? En paz. Estoy consiguiendo un equilibrio. Lo logro pensando mucho, hago ejercicio. Soy muy impaciente, y estoy intentando relajarme, frenar la vorágine en que estoy metida. A veces me hacen correr demasiado e intento parar; hay muchas cosas a las que ahora digo que no. En cuanto sales en la televisión todo se precipita; la gente te para por la calle, te piden opinión sobre aquello de lo que hablo en el programa, los periodistas te piden opinión para cualquier cosa. A mí me llena de orgullo, pero procuro escapar. Y, bueno, creo que estoy en el mejor momento de vida: tengo independencia, y estoy contenta de que en mi entorno estén bien mis padres, mis hermanas (¡somos cuatro hermanas, yo soy la tercera!), mis numerosos sobrinos, ¡y que no me falte el amor!".

Segura. "Mis padres me ven como una niña: 'si esta chica es una niña...'. Soy segura en el trabajo; tengo muy claro cuál es mi camino y todo lo hago a mi manera; no haría nada que fuera más cañero por ganar audiencia, y es evidente la tentación del morbo en un programa como el que hago. Es más, intento estar en las antípodas del morbo... ¿Y cómo llegué a hacer programas así? Fue una casualidad; fui a 40 Principales en 1998, le entregué un currículum a Javier Pons, me hizo una entrevista, hicimos unas pruebas, creyó que habían salido demasiado bien, luego salieron peor y entonces se convenció de que debía integrarme, e hice En tu casa o en la mía... Después ya no dejé de hacer cosas en la radio y en la televisión, y ahora hago Dos rombos".

Tópicos. "Me molesta que la gente tenga una idea preconcebida de quién eres por lo que haces en la televisión. Lo peor es que todo el mundo te pregunta por lo mismo; la confianza con la que te tratan los hombres, por ejemplo. A mí me da vergüenza pegar cortes, pero a veces no tienes remedio... ¡La gente te habla con una crudeza que te ruboriza! En el programa no me ruborizo, ahí estoy trabajando, pero en la vida común me siento violenta cuando me hablan de ciertas cosas".

Caducidad. "Sé que esto tiene una fecha de caducidad, estoy cumpliendo un ciclo... Creo que la labor [de enseñar a vivir la sexualidad] está dando frutos; pero esto cansa, puede ser muy repetitivo... Pero la labor está ahí: en España hay muy poca educación sexual, sobre todo en colegios e institutos; la gente joven es muy inconsciente, relacionan el sexo con la alegría, y hay que asociarlo también a los condones..., al sida... A mí me parece que los jóvenes de hoy están un poco descolocados..., y no usan condones, básicamente".

Pasiones. "Mi pasión es el cine, el clásico. ¡Me veía todas las películas que tiene mi padre! ¡Y qué disgusto me llevé el domingo pasado, cuando se agotó Casablanca [la película que regaló EL PAIS] en los quioscos!".