Para recordar

Curiosa coincidencia en el Festival de Canarias: mientras la Sinfónica de Tenerife, sin Víctor Pablo, presentaba en Las Palmas la ópera El rey Kandaules, de Zemlinsky, la Orquesta de la Radio de Colonia, con Bichkov, hacía lo propio en Tenerife con la tragedia bucólica Dafne, de Richard Strauss. Qué nivel. La última ópera de Zemlinsky, catapultada en Salzburgo en 2002 gracias a la versión de Kent Nagano y una de las últimas de Strauss -se estrenó en Dresde en 1938, con dirección de Karl Böhm, a quien está dedicada-, muy poco frecuentada.

La orquesta de la Radio de Colonia ha traído tres programas diferentes, que se repondrán en Las Palmas después de su paso por Tenerife. Los tres, sin ninguna rutina. En los dos primeros ha causado una fuerte impresión. Abrieron boca el lunes con una impoluta versión del concierto para violín y orquesta número 1 de Bruch, en el que se lució hasta la extenuación la jovencísima virtuosa japonesa Sayaka Shoji, para continuar después con una memorable Décima, de Shostakovich, planteada por Bichkov como se debe: sin exhibicionismos gratuitos, con serenidad, equilibrio y un instinto poético al reflejar la melancolía de la desolación, y también los caminos de esperanza abiertos tras la muerte de Stalin unos meses antes del estreno (diciembre de 1953). Brillaron las secciones de viento y cautivaron dos instrumentistas: la clarinetista Nicola Jürgensen y el primer fagot Ole Dahl.

La ópera Dafne tuvo, en manos de Bichkov y la orquesta alemana, un tratamiento primoroso, con voluptuosidad contenida y una atmósfera sonora convincente desde la construcción estructural hasta el desarrollo lírico y dramático. El ensimismamiento estuvo a la altura de cierta seducción angelical. A ello hay que añadir la homogeneidad del elenco vocal con una extraordinaria Anne Schwanewilms en el papel protagonista, tan dúctil en el fraseo como dominadora en el estilo. Brillaron también con luz propia la contralto Anna Larsson o los tenores Jeffrey Dowd y Jorg Schneider. Una versión para recordar. Señalemos por último la recuperada presencia física del director del Festival, Rafael Nebot.