Llamazares trata de pactar con sus rivales en IU para ser ratificado como coordinador

Gaspar Llamazares está negociando con sus rivales en la elección de coordinador general de IU, Enrique Santiago, vinculado a la dirección del PCE, y el andaluz Sebastián Martín, para que éstos retiren sus candidaturas. El próximo sábado se celebrará la segunda vuelta de la asamblea federal de diciembre, en la que Llamazares salió elegido a pesar de contar sólo con el 49,52% de los votos. El coordinador confía en mejorar ese porcentaje en la votación que realizará el Consejo Político Federal, integrado por 250 personas, para refrendar o no la elección del líder.

Llamazares y su equipo consideran que ya tienen garantizada la mayoría, gracias sobre todo a la incorporación de los representantes catalanes, que no votaron en la asamblea. Pero para evitar un resultado ajustado y sobre todo el ambiente de división total que se vivió en la asamblea, están negociando para obtener el apoyo de sus contrincantes.

Los rivales del coordinador le exigen, a cambio de retirar su candidatura, una participación al 50% en la dirección diaria, la comisión permanente. Llamazares, de momento, sólo les ha ofrecido entrar en esta dirección a Enrique Santiago y Sebastián Martín, de forma que estarían en clara minoría, aunque en la última reunión, el pasado lunes, el equipo del líder se mostró más flexible, según Enrique Santiago, su principal oponente.

El dilema del coordinador

Llamazares se enfrenta a un dilema, según varios de sus colaboradores más cercanos. Si acepta las pretensiones de sus rivales, obtendrá paz en el seno de IU, pero tendrá que soportar a cambio cierta precariedad en la gestión diaria, donde sus opositores contarían con mucha fuerza.

Santiago insiste en que no se conformará con una "presencia testimonial" en la dirección, y tampoco aceptará que se les atribuyan áreas menores. El entorno de Llamazares presiona para "tirar hacia adelante" aunque sea con una "mayoría exigua", como la ha definido el propio coordinador. Entienden que es la única manera de hacer los cambios y la "modernización del discurso" que consideran imprescindible para mejorar sus expectativas electorales.

La oposición a Llamazares recuerda que si hace eso se enfrentará a un problema grave: es poco probable que alcance el 60% de los votos, dado que en la asamblea tuvo el 49,5%. Y entonces tendrá un fallo de "legitimidad", porque los estatutos, según recuerda Santiago, establecen que el coordinador sólo puede lograr un tercer mandato (Llamazares ya lleva dos) si obtiene más del 60% de los votos. En lo ideológico, los acuerdos con el PSOE y el plan Ibarretxe centrarán el debate.

Por otra parte, Llamazares anticipó anoche en TVE que cuando se reúna mañana con el presidente del Gobierno, pedirá a Zapatero un acuerdo de diálogo similar al que el Gobierno acordó con el PP en materia de reformas constitucionales, estatutarias y financiación autonómica, informa Europa Press. "Plantearé la creación de un ámbito de diálogo con las fuerzas políticas que damos apoyo desde la izquierda al Gobierno. Al igual que el PP intenta condicionar por la derecha al Gobierno, nosotros vamos a tratar de condicionarlo por la izquierda", dijo.