Nieve para todos

La Fundación También celebra esta semana en la estación invernal de Sierra Nevada (Granada) sus cursos de esquí adaptado para personas con minusvalías físicas. Además, los mejores esquiadores en silla de ruedas se dan cita estos días en la estación granadina para preparar la inminente competición.

Son minusválidos pero en Sierra Nevada están demostrando que pueden hacer cosas como los demás, e incluso, deportes con cierto riesgo o dificultad. 40 personas forman la expedición de la Fundación También, que la joven e inquieta Teresa Silva puso en marcha en Madrid tras permanecer varios años en una silla de ruedas, después de un accidente deportivo. La fundación ha comenzado sus cursos de especialización e introducción al deporte blanco para 14 alumnos. Además, participan nueve componentes del equipo de competición Santiveri, que preparan el campeonato de España de esquí adaptado que se celebrará en Baqueira, en el Pirineo leridano, en febrero.

Los deportistas se dan cita en Borreguiles, uniformados de amarillo. Son jóvenes y se acercan a la nieve con expectación. La mayoría van en silla de ruedas o tienen un solo pie. Pero están en la nieve y eso ya les hace felices. "Cuando vas esquiando te olvidas de todo y no sabes si esquías en la silla o si vas de pie... simplemente vas esquiando", comenta uno de los chicos. Precisamente, desde la Fundación También, han comprobado que el esquí es la forma más rápida para "normalizar" la vida de las personas que han quedado en silla de ruedas tras un accidente.

El caso de Teresa Silva es el ejemplo de los que han venido después, de las 400 personas que cada año pueden practicar deporte gracias a la fundación que ella misma puso en marcha, y que ahora cuenta con el apoyo de numerosas empresas punteras del país. Teresa sufrió un accidente de parapente y quedó en una silla de ruedas. Era (y es) una mujer inconformista y pronto volvió a hacer una vida casi normal. No por ello dejó de viajar a Sierra Nevada. "Cuando llegaba aquí, me tenía que poner a leer en el restaurante o la terraza mientras el resto del grupo esquiaba", recuerda Teresa. "Gracias a los nuevos materiales inventados por los americanos, vi factible hacer algo para poder esquiar y que las personas que estuvieran como yo también lo hicieran. Poner en marcha la fundación no fue fácil, pero ahora tenemos el apoyo de las mejores empresas de España y cada año, desde Madrid, acercamos a la nieve y a otros deportes a unas 400 personas con minusvalías físicas", añade.

El grupo de la temporada 2005 de la fundación está compuesto por unas 40 personas. A la estación granadina no sólo se han trasladado los alumnos, también está el personal de la fundación, voluntarios, familiares y amigos. "Y es que no solo es importante el esquí, también la convivencia de estos días, las cenitas en las que compartimos conversación, y, en general, la estancia que se convierte en mucho más que un curso de esquí", concluye.