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Mueren tres personas en Málaga en un accidente de helicóptero

Dos de los fallecidos se habían casado horas antes en Nerja

Tres personas murieron ayer al estrellarse el helicóptero en el que viajaban en un abrupto paraje de la sierra de Istán, un pueblo situado a 18 kilómetros de Marbella. Un cuarto ocupante del aparato resultó herido de gravedad.

Dos de las víctimas eran dos jóvenes británicos que se habían casado momentos antes en Nerja y que habían alquilado la aeronave para dar un paseo turístico por la zona después de la ceremonia. Por la noche tenían previsto celebrar el banquete de bodas en Mijas. El tercer fallecido es el piloto del helicóptero.

Los indicios apuntan a que el helicóptero pudo sufrir una avería mecánica, posiblemente en el rotor. Testigos presenciales afirmaron que vieron como el aparato realizaba algunas maniobras extrañas antes de estrellarse. El piloto intentó tomar tierra sin éxito, según relató el alcalde de Istán, Salvador Osorio.

El aparato se estrelló en el paraje conocido como La Concha, una zona muy abrupta en la sierra de Istán, a unos 1.000 metros de altitud. El propio piloto llamó por teléfono a los servicios de emergencias del 112.

Lo abrupto del paraje y el fuerte viento que soplaba en la zona dificultaron las labores de rescate, que se prolongaron durante varias horas. Los equipos médicos lograron acceder al lugar del accidente en helicóptero.

El accidente se produjo sobre las 15.00 horas, y hasta las 19.30 no pudieron ser evacuados los heridos. La mujer recién casada falleció cuando era trasladada al Hospital Clínico Virgen de la Victoria de Málaga, centro en el que ingresó en estado grave el copiloto, de nacionalidad holandesa y 41 años. Según informó un portavoz del centro, no tiene lesiones vitales y presenta policontusiones y traumatismo craneal con pérdida de conciencia.

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La Guardia Civil montó un dispositivo para rescatar a los dos heridos, uno de ellos muy grave, y levantó un campamento terrestre cerca del embalse de Istán, junto a la montaña.

Finalmente, los servicios de salvamento decidieron dejar los cadáveres en el lugar del accidente hasta hoy para "no poner en peligro la vida de los rescatadores".

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