Toneladas de felicidad por carta
Correos gestiona estas semanas hasta un 50% más de envíos postales por la llegada de la Navidad
Buzones abarrotados, colas en las oficinas postales y miles de paquetes. No se trata de una epidemia escritora de los madrileños, sino de la llegada de la Navidad, cuando crecen de manera exponencial el envío de felicitaciones. Correos ha tenido que reforzar el servicio, ya que estos días es cuando recibe el mayor número de cartas de todo el año: hasta 18 millones en un solo día (la mitad de todo lo recibido en España), lo que representa hasta tres veces el tráfico normal de cartas del resto del año.
Ese récord lo vivió Correos en Madrid el pasado 7 de diciembre (día laborable dentro del puente) en el que miles de empresas y particulares invadieron de cartas la región. La carga de trabajo se vivió de manera especial en el centro de tratamiento automatizado (CTA) que tiene Correos en Vallecas. Allí se reciben todas las cartas que se envían desde Madrid, una vez clasificadas. Proceden de los 2.100 buzones y de las oficinas de la región. "Hay tanto trabajo estos días que necesitamos unos 800 camiones y furgonetas para moverlos", explicó el jefe de Logística de Correos en Madrid, Domingo Sastre.
El CTA, que se asienta sobre una enorme nave de 17.420 metros cuadrados, cuenta con 800 trabajadores distribuidos en tres turnos, con lo que cubre las 24 horas del día. Está totalmente automatizado. Dispone de ocho líneas de clasificación de cartas, cada una de las cuales lee una media de 40.000 cartas por hora, y otras dos similares para sobres grandes. Les imprimen unas pequeñas líneas naranja fosforito que permite a la máquina distribuirlos hasta por la ruta de un cartero en una población determinada. Si la máquina no lo lee, unos operadores lo ponen a través de unas pantallas de ordenador.
Eso sí, hay cartas que las máquinas las rechaza porque entran mal o porque no se lee bien la dirección. Es la hora de los tradicionales clasificadores: hombres que distribuyen hasta 1.500 cartas a la hora los envíos más complicados. "Esto ha cambiado mucho. Antes había clasificadores que con ver sólo la letra de quien escribía el destinatario sabía para quién iba, aunque fueran mal las señas o le faltara gran parte de ella", señala Andrés Luengo, que lleva 32 años en Correos.
Sin estos métodos automatizados sería imposible sacar todos los envíos de estas fechas, según reconocen los empleados. Antes se necesitaban "ejércitos" de personas y las cartas se mezclaban. Ahora el margen de error es casi nulo. "Lo que más tardamos en clasificar son las cartas escritas por los inmigrantes. Como no conocen nuestro lenguaje, a muchas cartas les faltan letras o tiene nombres incomprensibles", añade Luengo.
Los envíos para toda España salen del CTA a partir de las ocho de la tarde, mientras que por la noche se clasifica el correo de Madrid que estará en los puntos de reparto a las siete de la mañana.
"El día 7 hubo que reforzar la plantilla y ampliar los turnos, porque nos vino una gran avalancha. Luego salió todo el correo en tiempo y forma y no se nos quedó nada sin repartir", comenta Pedro Sánchez, el director del CTA de Vallecas. Otro envío masivo se producirá el próximo lunes, cuando los madrileños acaben de enviar las felicitaciones y las participaciones de lotería. "A partir del 23, las cosas ya vuelven a normalizarse", añade Sánchez. "Lo que debe tener claro el usuario es que Correos ha puesto todos los medios para que las cartas estén en sus destinos antes de la Nochebuena", explica Sastre.
Las tradicionales sacas repletas de sobres que eran arrastradas por el suelo han dado paso a cajas de color amarillo y azul (los distintivos de Correos) en los que las cartas no se doblan y que son dirigidas por cintas transportadoras. La seguridad también está garantizada. Cuatro escáneres de alta resolución controlan las cartas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.