La oposición veta las cuentas de Álava

Todos los partidos de la oposición en las Juntas Generales de Álava aprobaron ayer la devolución de los presupuestos de 2005 al Gobierno foral de Ramón Rabanera. El debate de las enmiendas a la totalidad se convirtió en un acto de censura no sólo al presupuesto -372 millones de euros disponibles-, sino también al talante negociador del equipo del diputado general popular y a su gestión.

Toda la oposición vertió duras críticas contra Rabanera antes de tumbar las cuentas por 32 votos frente a los 17 de PP y UA. El más duro fue el portavoz socialista, Juan Carlos Prieto, quien acusó a los populares de haber montado una "trama" para no negociar los presupuestos, les acusó de "juego sucio", calificó el proceso negociados de "porquería", y endosó al Ejecutivo provincial la responsabilidad de montar "un circo esperpéntico" para vender falsamente que quería negociar.

Acto seguido, Prieto propuso al resto de formaciones la búsqueda de "nuevas mayorías absolutas" en las Juntas Generales para compensar la falta de iniciativa del PP, y de esa manera legislar, con carácter urgente respecto de los complementos para las pensiones y para los familiares con dependencia de sus familias, y de manera general sobre el resto de asuntos.

El equipo de gobierno se enfrentó a cuatro enmiendas a la totalidad del PSE, el PNV, EA y EB. El teniente de diputado general y diputado de Hacienda, Juan Antonio Zárate, defendió las cuentas por su marcado carácter social e inversor. Anunció también que en febrero reclamará en el Consejo Vasco de Finanzas, una modificación del coeficiente vertical que determina el porcentaje de la recaudación que va al Gobierno.

El PNV rechazó esa calificación de presupuestos sociales e inversores. Su portavoz, Juan Carlos Peral, explicó que si en 1999 se invertía el 45,7% del presupuesto, en el proyecto para 2005 la inversión se queda en el 30%. El PNV recogió el guante socialista y avanzó: "Nos encontraremos en esa voluntad de negociación". El portavoz de UA, Ernesto Ladrón de Guevara, también apoyó esa idea, pese a su voto faborable. La popular Laura Garrido espetó al PSE: "Ustedes tendrán que explicar por qué con tono amenazante y chantajista tumban los presupuestos, cuando apoyaron la investidura de Rabanera".