La UEFA quiere un mínimo de ocho canteranos en las plantillas

Vista la negativa de Bruselas a obligar a los clubes europeos a incluir un mínimo de entre siete u ocho jugadores nacionales en sus convocatorias, la UEFA estudiaba ayer la manera de esquivar la Ley Bosman y defender los derechos de las jóvenes promesas. El Comité Ejecutivo del organismo futbolístico es favorable a incluir en los próximos años un mínimo de ocho canteranos entre los seleccionados para cada partido, de lo que se sobreentiende que un buen número compartiría nacionalidad con su club de origen. "Nunca se ha hablado de futbolistas nacionales o de donde sean", insisten desde la UEFA; "lo que pretendemos es fortalecer las opciones de quienes proceden de las categorías inferiores, ya sea un senegalés del Real Madrid o un hijo de españoles en Francia".

Lo cierto es que las altas instancias del fútbol están más que preocupadas por los malos resultados en la Eurocopa de Portugal de las, en teoría, selecciones más potentes del continente. Así, la campeona del torneo fue una sorprendente Grecia, mientras Inglaterra y Francia no pasaron de cuartos y Alemania, Italia y España no superaron la primera ronda. Curiosamente, en dichos países se disputan las ligas más exigentes, con sus equipos copados por jugadores foráneos aunque con carné comunitario. "El sistema anterior era mejor que el actual y deberíamos volver a él. Muchos clubes tienen gran cantidad de extranjeros, se pierde identidad y los jóvenes no tienen la oportunidad de avanzar", recalcó en octubre Lennart Johansson, máximo mandatario de la UEFA. Entonces expresaba su deseo de fijar un mínimo de jugadores nacionales en las plantillas para proteger las canteras. Dos meses después, el organismo que preside sólo habla de canteranos. "Todo el mundo comienza su carrera desde la cantera, ya sea Zinedine Zidane o alguien que juega los domingos en el equipo de su localidad", insiste el director técnico, Andy Roxburgh. La UEFA piensa presentar la propuesta a sus federaciones en su Congreso de abril en Estonia.

Otra de las consideraciones tratadas por el Comité Ejecutivo es que los árbitros puedan recurrir al vídeo para solucionar las jugadas polémicas de los partidos, tal y como sucede en el fútbol americano.