Imperial Nowitzki

En septiembre de 1997, un grupo de estrellas de la NBA hizo una gira por Europa organizada por la marca Nike. Pero cuando les tocó el turno de enfrentarse a un combinado alemán, todas la miradas no cayeron sobre ellos si no sobre un chico escuálido de 19 años de nombre Dirk Nowitzki, de 2,11 de estatura, que subía el balón de manera descarada, driblaba a cuantos oponentes se cruzaban en su camino, agarraba rebotes y que incluso hizo un mate en la cara del mismísimo Charles Barkley. Tras el encuentro, sir Charles declaró que si alguna vez Dirk quería jugar en la NBA solo tenia que llamarle.

Nowitzki no le llamó. Nunca tuvo que hacerlo. Recibió ofertas de universidades americanas, las grandes potencias europeas le enviaron ofertas millonarias y la NBA empezó a mandar a sus ojeadores a examinar al Larry Bird alemán. Sin embargo, Nowitzki prefirió quedarse en su club, el DJK Oliver Wurzburg, de la segunda división alemana.

Y no fue una mala decisión. Siete anos después de cambiar los castillos medievales y la decoración barroca de Wurzburg por los pozos petroleros y las autopistas de seis carriles de Dallas, Dirk Nowitzki (Wurzburg, 1978) es el máximo anotador de la NBA, con casi 28 puntos de media por partido, es primero en anotación de tiros libres y quinto en rebotes, con diez de media. Unos números espectaculares que han convertido a Nowitzki en el mejor europeo de la historia de la NBA, con las dudas de qué hubiera pasado con Arvydas Sabonis si hubiera llegado en su plenitud y con Drazen Petrovic si no hubiera fallecido.

Nowitzki nunca tocó un balón de baloncesto hasta los 13 años y nunca formó parte de un equipo hasta los 16, cuando fue descubierto en un gimnasio por Holger Geschwinder, capitán de la selección alemana de baloncesto en los Juegos de Múnich en 1972. Aquel día, Geschwinder le ofreció entrenarle una vez al día, durante su descanso para comer. Un año mas tarde Nowitzki era un fijo en el DJK Oliver Wurzburg. Pero su verdadero salto a la fama se produjo en el estado donde se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo. Tras el Niké Hoop Summit, una ventana donde los mejores extranjeros menores de 19 años se enfrentan a un combinado de estrellas americanas de instituto, Don Nelson, el entrenador de los Mavericks, decidió que su primera elección en el draft seria para Nowitki.

Pero el mayor escéptico para que Dirk diera el salto a la NBA era el mismo Nowitzki, que no se veía capaz de estar a la altura de la gran liga. Finalmente tras los consejos de su descubridor, Geschwinder, y de sus padres, Jorg, internacional con la selección de balonmano, y Helga, gran jugadora internacional de baloncesto, Dirk decidió dar el salto en el curso 98-99. Seis años después su modestia sigue impecable. Continúa viviendo en el mismo apartamento de dos habitaciones que le prestaron cuando llegó.