Rescatados cuatro excursionistas tras permanecer 36 horas atrapados en un barranco
La pesadilla acabó ayer para los cuatro montañeros atrapados desde la noche del pasado sábado en el barranco del Infierno, situado en la localidad alicantina de La Vall de Laguar, próxima a Pego. Los cuatro excursionistas lograron alcanzar el puesto de mando minutos antes de las 11.30, tras varias horas de rescate y diversos operativos en la zona. Los cuatro aventureros fueron rescatados sanos y salvos tras haber pasado más de 36 horas a la intemperie.
Uno a uno, las dos chicas y los dos chicos que componían el grupo, entre ellos un bombero de Alicante, consiguieron salvar una pared vertical de 200 metros y recorrer a pie los kilómetros que les separaban de la base establecida por los efectivos de rescate. Según los servicios médicos que les atendieron a su llegada, únicamente presentaban cortes, ampollas y problemas relacionados con el frío en los pies, aunque los cuatro se encontraban "exhaustos", por lo que fueron atendidos en el lugar por el personal del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) y trasladados posteriormente hasta un centro de salud de Pego para un reconocimiento médico exhaustivo.
Lluvia torrencial
Los excursionistas se vieron sorprendidos durante la tarde noche del sábado en esta zona de abrupta orografía por la lluvia torrencial y quedaron atrapados por el caudal que llevaban los numerosos barrancos y ríos de este paraje escarpado. Después de pasar una primera noche a la intemperie, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana estableció el domingo un dispositivo de localización y rescate que llegó a contar con cuatro decenas de bomberos y agentes de la Guardia Civil.
A mediodía del domingo fueron localizados en la base de un barranco con un desnivel de unos 200 metros, pero, tras numerosos intentos, las labores de rescate tuvieron que ser pospuestas hasta ayer al amanecer por la densa niebla y las intensas precipitaciones. No obstante, un grupo de especialistas del Consorcio de Bomberos consiguió llegar hasta su posición para proporcionarles víveres y mantas para poder pasar la noche.
Con la luz del día, los expertos instalaron una tirolina que permitió a los cuatro pasar de un lado al otro del barranco e iniciar de forma individual el ascenso de la pared vertical, no sin grandes dificultades porque la lluvia y el frío no remitieron durante toda la jornada. Tras caminar unas dos horas hasta la base donde se estableció el puesto de mando con las ambulancias, los excursionistas llegaron agotados y con los pies muy perjudicados, si bien su estado no reviste mayor gravedad. "Hemos pasado momentos muy malos, pero estamos bien", fue lo único que declararon a la salida las dos hermanas Consuelo P. R., de 29 años, y Carmen P. R., de 24 años, y sus novios, Carlos P. M., de 32 años, y Esteban P. G., de 24.
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