Fernando Valle, fundador y presidente honorario del Partido Socialista portugués

Fernando Valle, presidente honorario y uno de los fundadores del Partido Socialista portugués (PS) murió el viernes en Coimbra mientras dormía. Tenía 104 años y de esta forma serena se acabó una vida que, en Portugal, era considerada una de las mayores referencias cívicas y el ejemplo perfecto del socialismo democrático.

Médico desde 1926, y pese a la persecución que le movió la dictadura que gobernó Portugal desde 1928 hasta 1974, que le alejó de sus cargos en el servicio nacional de salud, nunca dejó de luchar por la democracia y de ejercer su profesión, que veía como un servicio a disposición de los más necesitados. Quedará para la historia, también, como el médico de los pobres, "el único clínico que ha empobrecido ejerciendo la profesión de médico", como recordó António Almeida Santos, presidente del PS.

En la política, mantenía la misma actitud. "Estuvo siempre en la primera línea del combate, contra todas las dictaduras. (...) Sin bravatas, pero sin nunca aceptar nada en cambio y tan solo por la sencilla fidelidad que transcurre de sus ideales", escribió sobre él el ex presidente portugués Mário Soares, en mayo pasado, en el prólogo de una biografía de Fernando Valle escrita por el periodista Fernando Madaíl. Soares y Valle fueron dos de las 27 personalidades que en 1973 fundaron en Alemania el PS portugués.

Nacido en 1900 en el seno de una familia de médicos con fuertes convicciones republicanas, Fernando Valle nunca abandonó los ideales que le transmitieron sus padres. Y, siempre luchó por ellos. Su militancia empezó aún como estudiante universitario, a inicios de la década de 1920. Por entonces, formó parte de grupos y de luchas progresistas, decepcionados con el rumbo que tomaba la primera República, instaurada en 1910, y que culminó con el golpe que puso en el poder al dictador Oliveira Salazar en 1928.

Pagó su empeño en acabar con el régimen dictatorial con varias detenciones por parte de la policía política y llegó a pasar varios meses en la cárcel. La democracia sólo llegó a Portugal en abril de 1974, con la famosa Revolución de los Claveles. Pese a su importante papel en la resistencia democrática, no quiso, después, ningún cargo político, por sentido de responsabilidad y por tener una visión romántica e idealista de la política.

Pese a su edad -o tal vez por ella, aliada a una enorme lucidez- Fernando Valle ejerció hasta el final de su vida una enorme fascinación sobre las generaciones más jóvenes y era frecuentemente invitado a dar entrevistas y a opinar sobre la actualidad. Creía especialmente en el potencial de la fuerza de la juventud y de las mujeres. Defendía que en el siglo XXI se cumpliría el último punto de la Revolución Francesa: la fraternidad. Para Mário Soares, pertenecía al grupo de "los que creen de verdad en el socialismo democrático, como utopía realizable". Miembro de la masonería desde 1923, Valle era el más antiguo masón del mundo.-