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Reportaje:

Adiós de Brown a la NBA

El desafiante entrenador de los Grizzlies de Memphis abandona el banquillo a los 71 años por motivos de salud

Cuando Jerry West, el manager general de los Grizzlies de Memphis, anunció el fichaje de Hubie Brown (Pensilvania, EE UU; 1933) como nuevo entrenador del equipo, se llegó a pensar que había perdido su toque mágico. El hombre que fue capaz de reunir a Shaquille O'Neal, Kobe Bryant y Phil Jackson en los Lakers de Los Ángeles y rodearles de unos secundarios de lujo confiaba en un hombre de ojos tristes y de 69 años que no se sentaba en un banquillo de la NBA desde 1986 para guiar a una de las peores franquicias del baloncesto profesional norteamericano. Por entonces, Brown era un viajante que organizaba cursos de basket allá donde le llamaban y el más crítico de los analistas de televisión.

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Su llegada conmocionó a los jugadores, que, para empezar, no sabían quién era, y su estilo rocoso, que no daba lugar a florituras, y su falta de respeto hacia aquéllos que no eran capaz de entender su sistema, dejó a más de uno dudando de si un técnico criado en la filosofía del decenio de los 70 podría triunfar en el siglo XXI.

El paso del tiempo inclinó ayer la balanza, cuando Brown dejó el banquillo de los Grizzlies por problemas de salud. Pero, aunque la NBA pierde al entrenador más entrenador de todos, los televidentes ganan al más controvertido de los comentaristas. Lionel Hollins, que ya ocupó el cargo durante la temporada 1999-2000, cuando la franquicia jugaba en Vancouver (Canadá), se hará cargo del equipo hasta que West halle otro Hubie.

Brown comenzó como asistente en los Bucks de Milwaukee de Kareen Abdul Jabbar y ya como entrenador en los Hawks de Atlanta, en los que fue elegido el mejor técnico de 1978, y los Knicks de Nueva York, impregnando el juego de sus equipos con su sello personal. En Memphis se presentó con las cuatro reglas de toda su vida para sus pupilos: llegar a la hora, jugar con intensidad, conocer su papel y saber cuándo pasar y cuándo tirar.

Fue el primer entrenador que ordenó las jugadas en cada ataque cuando sólo los de fútbol americano lo hacían y el primero en utilizar diez jugadores en un cuarto y en buscar la presión constante en toda la cancha durante todo el partido. Fue innovador incluso en distribuir los minutos de los suyos ignorando el marcador. Sus críticas a ciertos técnicos y jugadores como analista de televisión le convirtieron en la figura más odiada de la NBA. Brown nunca se mordió la lengua cuando tenía la oportunidad de destrozar a algún colega, una tremenda falta en la Liga, en la que el respeto y la imagen son leyes de la naturaleza.

Su mirada desafiante y su movilidad en los entrenamientos, donde sus órdenes se respetaban a rajatabla, cambió el destino de una franquicia destinada al fracaso. El pasado curso, Brown llevó a los Grizzlies a sus primeros playoff, un éxito que le supuso de nuevo el galardón de mejor entrenador anual a pesar de caer eliminados en la primera ronda. La actual campaña parecía prometedora, pero un decepcionante comienzo llenó de dudas a West, que no podía entender las constantes rotaciones. Con todo, esta vez no fue el mal genio el que interrumpó la carrera de Brown, sino su salud.

Partidos del miércoles: Indiana, 106 (Croshere, 25); Minnesota, 103 (Garnett, 23). L. Á. Clippers, 101 (Jefferson, 24); Nueva Jersey, 88 (Jaric, 23).

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