Nacho Novo lanza al Rangers frente al Celtic y Portillo marca en Florencia

Nacho Novo, delantero del Glasgow Rangers que mide 175 centímetros y es un desconocido para muchos de sus compatriotas de España, guió ayer a su equipo en su victoria por 2-0 sobre su eterno rival, el Celtic, de la misma ciudad. El ariete, que emigró al Reino Unido cuando militaba en el Huesca, marcó a los 15 minutos. Lo hizo de penalti, tras una falta cometida por el belga Valgaeren. El croata Prso rubricó 20 minutos más tarde el segundo gol de la tarde. El conjunto de Alex McLeish se vio favorecido por las expulsiones de Thompson por una tarjeta roja directa y de Sutton por acumular dos amarillas.

Lo mismo que Novo hizo Javier Portillo, otro español en tierras extrañas. El nueve, cedido por el Real Madrid al Fiorentina, consiguió el tanto que encarriló el triunfo (2-0) de su conjunto sobre el Parma en el partido de ida de los octavos de final de la Copa italiana. El madrileño cabeceó un centro de su compañero Mirko Savini a los 27 minutos mientras que el chileno Jaime Valdés, que le relevó a la media hora de la segunda parte, sentenció a los 79.

Campo y Hierro, decisivos

El líder de la Premier League y su inmediato perseguidor, el Chelsea y el Arsenal, protagonizaron las sorpresas de la jornada al empatar en sus propios terrenos ante el Bolton (2-2) y el West Bromwich Albion (1-1). Sesenta segundos tardaron los pupilos de José Mourinho en ponerse por delante en el marcador gracias al irlandés Damien Duff. La puntilla, recién iniciada la segunda parte, pareció definitiva tras un gol de Tiago. Pero la entrada de Iván Campo y Fernando Hierro fue decisiva para el resurgimiento de los visitantes. A tres minutos del final, Stamford Bridge encajó con frialdad el gol del empate, logrado por Radhi Jaidi.

El mismo guión se repitió en Highbury, donde la afición cantó el octavo tanto de Robert Pires, que encontró respuesta en Robert Earnshaw a diez minutos del final del encuentro. Cesc fue el encargado de guiar a los gunners mientras que Arsène Wenger decidió demasiado tarde tirar de Reyes, que hasta el empate calentó el banquillo, para tratar de resolver el encuentro. No le dio resultado.

El Liverpool de Rafa Benítez volvió a dar la de cal y cayó con estrépito ante el Middlesbrough por 2-0 con tantos de Riggot y del ex barcelonista Zenden.