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FÚTBOL | España-Inglaterra, la selección cumple 500 partidos

Un palco de saldo

Diego Torres

Nunca hubo tantos que quisieran tener tan poco que ver con el palco del Santiago Bernabéu anoche.

Hubo noches, hace dos años, en las que Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, debió hacer frente a la abrumadora demanda de sitios dosificando el reparto hasta tal punto que una vez hasta el propio rey Juan Carlos debió quedarse fuera del privilegiado balcón. No había suficiente aforo para el monarca y su séquito de amigos y familiares.

La noche de ayer fue completamente diferente. Primero porque no jugaba el Real Madrid. Segundo porque el palco fue presidido por Juan Padrón, responsable provisional, mientras se alargue el proceso electoral, de la Real Federación Española de Fútbol, al que actualmente se le investiga en un juzgado por presunta malversación de fondos.

Los responsables del Real Madrid que se hicieron cargo de buena parte de la organización del partido de ayer no daban crédito a la escasa demanda existente: en las gradas, donde se quedaron sin vender más de 10.000 localidades, y en el palco, donde no hubo que trillar solicitudes. Ayer había lugar para todos los que lo desearan, que no eran muchos. Habitualmente, los metros cuadrados que ocupa el palco del Bernabéu en días de partido son los más caros de ocupar en Madrid. La convocatoria de poderes fácticos atrae a personalidades públicas y privadas. Ayer no estaban ni el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, ni Esperanza Aguirre, ni el rey Juan Carlos, ni el príncipe de Asturias, ni el ex presidente del Gobierno, José María Aznar y su esposa, Ana Botella, ni muchos de los empresarios que gustan de buscar acomodo en sus mullidas butacas. La máxima autoridad política que se sentó ayer en Chamartín fue el Director General de Deportes de la Comunidad de Madrid, Antonio Garde. Su presidenta, Aguirre, hizo mutis. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, anunció que acudiría pero al final o no lo hizo, o procuró no levantar mucho la cabeza para que no se le viera.

Florentino Pérez, porque nobleza obliga, debió hacer de tripas corazón cuando se sentó junto al imputado Juan Padrón y al presidente de la Asociación de Futbolistas de España, Gerardo Movilla, el sindicato que organizaba el encuentro. El presidente madridista, en calidad de anfitrión, ocupó su puesto para ver un partido histórico: la noche que su palco se repartió como arena en el desierto.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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