"Debe ser delito poner en riesgo la vida de trabajadores"

José María Casado González, que hoy cumple 53 años, lleva 25 años en la carrera fiscal. Comenzó su labor en Barcelona y en 1982 fue trasladado a Jaén, donde ha cumplido 22 años en su Fiscalía Provincial. Pertenece a la Unión Progresista de Fiscales desde que se fundó. Casado ha sido elegido por el fiscal jefe del TSJA como especialista en siniestralidad laboral en Andalucía.

Pregunta. ¿Qué se puede hacer para frenar la elevada siniestralidad laboral en Andalucía?

Respuesta. Hay que concienciar, a los trabajadores para que exijan a los empresarios que cumplan con las medidas de prevención y a los empresarios para que cumplan. Si no es así y ponen en riesgo la vida de los trabajadores, aunque no haya víctimas, su actuación debe ser constitutiva de un delito y debe ser denunciable por la Inspección de Trabajo. Estamos por emprender acciones judiciales contra los empresarios que, de forma sistemática, incumplan las medidas de prevención. Hasta ahora, los fiscales intervienen en delitos de riesgo, como los delitos contra los trabajadores, y delitos de resultados, cuando ya se ha producido el accidente laboral. Pero es mejor intervenir en la fase de prevención y lo mismo que se persigue la conducción alcohólica que se persiga también a los empresarios que ponen en riesgo la vida de los trabajadores.

"Cada vez nos dan mayores competencias y no aumentan los fiscales al mismo ritmo"

P. ¿Qué siente cuando ve que hay inmigrantes durmiendo en la calle por falta de alojamientos?

R. Eso no debería de existir, es un auténtico disparate. Eso significa que hay gente que tiene demasiadas cosas y otras demasiado poco.

P. ¿Ustedes no pueden actuar de oficio?

R. El problema es contra quién actuamos. Es un problema social, de todos, y especialmente de las Administraciones que deben arbitrar medidas para evitar que nadie duerma en la calle.

P. Usted persiguió los sucesos de Mancha Real de 1991. Muchos años después, ¿cree que sigue habiendo racismo en la sociedad andaluza?

R. Decimos que no lo somos, pero en el fondo algo de racismo sí subyace en muchas personas. Hay cierto miedo hacia las personas que no son como nosotros, y creo que tenemos que ser lo suficientemente permisivos en extranjería para intentar evitar por todos los medios que haya tantas muertes en el Estrecho.

P. ¿Son suficientes los 24 fiscales de la provincia?

R. Nos desbordan los señalamientos, los órganos judiciales son muchos más que los fiscales. Además, cada vez nos dan mayores competencias y no aumentan los fiscales al mismo ritmo. Y cada vez se nos van exigiendo más especialidades y eso también requiere de mayor plantilla.

P. ¿Ha llegado la segunda modernización a las Fiscalías?

R. Mientras que en los juzgados se está en la segunda fase de modernización del sistema informático, en las fiscalías aún se está implantando. Aún tenemos la rémora de seguir medio dependiendo del Ministerio de Justicia cuando es la Junta quien nos aporta los recursos de trabajo. El Ministerio no nos deja funcionar como no sea con sus instrumentos, que la mayoría de las veces son obsoletos. Es un sistema informático que está al borde de saturarse y de quebrarse. En la Fiscalía de Jaén tenemos hasta cuatro sistemas diferentes sin conexión entre ellos.