Emlyn Hughes, legendario futbolista del Liverpool
Si el cine dio al mundo Un hombre llamado Caballo, el fútbol inglés se regaló los ojos en los años setenta con un hombre llamado Caballo Loco. Emlyn Hughes, uno de los futbolistas más carismáticos de Inglaterra, tan famoso por sus galopadas desde la defensa hacia el área contraria como por su risa contagiosa y su carácter expansivo y fuerte, murió el martes con tan sólo 57 años, víctima de un tumor cerebral que le había sido detectado 15 meses atrás.
Hughes fue uno de esos prodigios que marcaban a un equipo casi más por su presencia que por su fútbol. Llegó al Liverpool muy joven, a los 19 años. El histórico manager de la época Bill Shankly pagó 65.000 libras por lo que consideraba un diamante en bruto. El día en que firmó contrato, Shankly le presentó como "el futuro capitán de Inglaterra". No se equivocó. Aquel joven recio, hijo, hermano y sobrino de jugadores de rugby, llegó a defender 62 veces la camiseta de Inglaterra, 23 de ellas como capitán. Su carrera en la selección coincidió con uno de los peores momentos de Inglaterra y Hughes jamás llegó a jugar la fase final de un Mundial.
Pero su carrera coincidió con el periodo dorado del Liverpool y tuvo el honor de levantar como capitán la primera Copa de Europa de los reds. Fue el 25 de mayo de 1977 en el estadio Olímpico de Roma. El Liverpool, dirigido ya por el histórico Bob Paisley, derrotó por 3 a 1 al Borussia Moenchengladbach de Vogts, Schäffer, Stielike, Wimmer, Simonsen y Heynckes, con Udo Lattek en el banquillo. Por los reds jugaron Clemence; Neal, Smith, Hughes, Jones; Case, McDermott, Kennedy; Keegan, Heighway y Callaghan.
Hughes acumuló un palmarés impresionante con el Liverpool: dos copas de Europa, dos copas de la UEFA, cuatro ligas, una Copa de Inglaterra, una Supercopa de Europa. Luego, cuando estiró unos años su carrera, ganó con el Wolwerhampton la Copa de la Liga, el único trofeo inglés que faltaba en su palmarés.
"Tenía toneladas de energía tanto dentro como fuera del campo y fue mucho mejor jugador de lo que muchos creían", le elogió ayer John Toshack, con el que coincidió en los años de gloria del Liverpool.
Cuando dejó el fútbol explotó su carisma animando charlas, conferencias y programas de televisión. Acabó pasando a la pequeña historia la campechana manera con que trató a Ana de Inglaterra, la hija mayor de la reina Isabel II, cuando la princesa formó parte de su equipo en un famoso programa de televisión de la época, A question of sport. Hughes la abrazaba como había abrazado a tantos otros antes en el programa, olvidando el estirado protocolo que caracteriza a los Windsor. Era su típica manera de romper todas las barreras en nombre del trabajo de equipo, sin tener en cuenta las individualidades.-
