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Reportaje:

Cemento en el pulmón verde

Los planes del PP para el Parque Central de Valencia han pasado de menos de 2.000 viviendas a barajar cerca de 5.000

Sara Velert

La aspiración de crear un gran pulmón verde en el corazón de Valencia ha generado multitud de proyectos y hasta cuatro convenios entre las administraciones públicas desde que el Plan General de Ordenación de Valencia (PGOU) dibujó en 1989 sobre los planos de la ciudad una reserva de 836.131 metros cuadrados para el futuro Parque Central. Los diferentes diseños han girado siempre en torno a un generoso parque urbano surgido del enterramiento de las vías que desembocan en la Estació del Nord, mientras que la previsión de viviendas ha variado considerablemente en un espacio goloso para el mercado inmobiliario.

Valgan como ejemplo varios estudios encargados por el equipo de gobierno local del PP en el último lustro, que propusieron levantar en torno a 2.000 viviendas, frente a las estimaciones actuales, que oscilan entre los 4.000 y 5.000 pisos. Más cemento alrededor del jardín, denuncia la oposición, y ello en virtud de un convenio firmado por el Ayuntamiento en febrero de 2003 con el Ministerio de Fomento y la Generalitat, todos entonces en manos del PP. Este cuarto acuerdo institucional para ejecutar el plan del Parque Central, lanzado poco antes de las pasadas elecciones municipales, modifica parcialmente el ámbito original afectado por la operación urbanística y exige al Ayuntamiento la aportación de 310,52 millones de euros para el proyecto -Fomento pone 419 millones y la Generalitat 75-, a ingresar de las plusvalías urbanísticas que reporte la reordenación del suelo afectado tras el soterramiento de las vías. Un compromiso que aumenta sustancialmente la edificabilidad calculada para la zona y que será determinante en el diseño y en el número de viviendas, denuncia el PSPV.

La oposición critica las condiciones del acuerdo y dice que no se podrá hacer VPO
El convenio exige que el Ayuntamiento aporte 310 millones en plusvalías urbanísticas

Así lo avanza ya el mencionado convenio de 2003 al establecer una edificabilidad de 627.417 metros cuadrados de techo sobre un ámbito que ahora gira en torno a los 732.405 metros cuadrados, ya que se han desgajado del plan dos importantes áreas, las que albergan el antiguo cuartel de Artillería y el parque de Ingenieros, para cuya urbanización se firmó, también en el anterior mandato, un convenio con el ex ministro de Defensa José Trillo. En esos otros terrenos está prevista la construcción de unas 1.300 viviendas.

El equipo de gobierno de la alcaldesa, Rita Barberá, ha barajado que será necesario levantar entre 4.000 y 5.000 viviendas para garantizar el pago de las plusvalías del convenio, pero ha rechazado, sin precisar, que la edificabilidad prevista en el PGOU (1,2 metros cuadrados de techo por metro cuadrado de suelo) vaya a multiplicarse casi por tres, como criticaron tanto la oposición como las asociaciones vecinales tras la firma del acuerdo. El pasado viernes, el teniente de alcalde, Alfonso Grau, llegó a decir que no sabe cuántas viviendas se construirán alrededor del parque, al tiempo que anunció que este mismo mes, en la feria de Urbem, presentará un segundo boceto del planeamiento. Los trabajos del plan "están avanzadísimos" y se atendrán a la edificabilidad que impone el convenio, "así de sencillo", dijo Grau. La maqueta presentada anteriormente en Urbem diseñaba varias torres de importante altura en las esquinas del futuro parque. Grau adelantó que el nuevo boceto, que saldrá a información pública para su aprobación a finales de año, introduce cambios.

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También comentó el teniente de alcalde una reunión celebrada antes del verano con los nuevos responsables de Fomento, quienes le trasladaron el deseo del Gobierno socialista de destinar terrenos excedentarios de Renfe a la construcción de viviendas de protección oficial (VPO). Aunque Grau no descartó totalmente que el espacio del Parque Central albergue VPO, dejó claro que "si se rompe el equilibrio económico" del convenio y no se generan las plusvalías urbanísticas necesarias, será el Estado el que deberá pagarlo. Grau defendió que convenios como el de Valencia, una operación urbanística que reordenará todo el sistema ferroviario y creará un parque que unira dos zonas de la ciudad ahora separadas por las vías, se han firmado también en Zaragoza y Barcelona. "Aquí hay lo que hay", añadió Grau.

Y lo que hay se ha reflejado esta semana en una propuesta de acuerdo que impulsa el Ayuntamiento entre propietarios de varios solares de la calle de Gibraltar, incluidos en el planeamiento, desvelada por la concejal de Esquerra Unida (EU) María Victoria González. A pesar de que el plan se presentará próximamente, el equipo del PP abre camino y propone a los dueños de las fincas que prácticamente doblen las alturas que rigen en el resto del barrio de Russafa, a cambio del pago de una plusvalía de 494,92 euros por metro cuadrado de techo, un cálculo que se deriva directamente de la edificabilidad que impone el convenio del Parque Central y la aportación económica del Ayuntamiento. González estimó los ingresos para las arcas municipales en unos tres millones de euros y denunció que "se está consintiendo bajo el nombre del Parque Central una especulación inmobiliaria en Russafa". El PP rechaza de plano esta crítica. La concejal anuncia que estará atenta a posibles acuerdos de estas características en otras áreas situadas en bordes del plan (ver gráfico), como es el caso de la que se dibuja en la esquina de la calle de San Vicente con Maestro Sosa.

Con la plusvalía de este posible acuerdo entre propietarios, el portavoz socialista, Rafael Rubio, ve imposible que en el Parque Central se construya VPO, ya que las exigencias del convenio de la operación supondrán encarecer los futuros pisos en unos 54.000 euros. La remodelación de la zona de Atocha en Madrid no gravó los bolsillos de los madrileños y en Alicante apenas se construirá un millar de viviendas en 500.000 metros cuadrados en una reordenación urbanística con los mismos protagonistas institucionales que en Valencia y el mismo fin de soterrar las vías, apunta Rubio.

Para mostrar que un planeamiento con menor número de viviendas es posible, los socialistas rescataron tras firmarse el convenio actual un estudio de la empresa municipal Aumsa dado a conocer en 2001, en el que la previsión de pisos en torno al pulmón verde no superaba los 1.870, de los que ya se podrían descontar unas 300 de licencias concedidas excepcionalmente en estos años dentro del planeamiento que se ultima. Otro estudio en manos de Aumsa, fechado en 1999 no se alejaba demasiado de esos cálculos y alcanzaba 2.323 viviendas. En ambos casos, se incluía el área de los cuarteles en los que ahora se edificarán 1.300 pisos y que ya no cuenta en el cómputo de la edificabilidad del Parque Central. Además, en las superficies analizadas en esos estudios, al contrario que en el plan actual, se descontaban a la hora de calcular los metros cuadrados a construir la superficie del jardín y otros servicios públicos, como prevé el PGOU.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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