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Entrevista:BERNAT SORIA | Científico

"Los clones son personas encantadoras"

Pregunta. ¿Tiene por aquí alguna célula madre que presentarme?

Respuesta. Ay, tengo muchas, sí. Suelen estar en incubadores, pero son muy correctas y educadísimas. Luego se las presento.

P. El Gobierno ha aprobado la investigación con estas células. ¿Se traerá ya el microscopio de Singapur?

R. De Singapur me he traído una experiencia posdoctoral a una edad ya no posdoctoral, y un cariño por el mundo asiático que no conocía. También me he traído el microscopio.

P. ¿Su club de fans lo forman principalmente los diabéticos?

R. Soy yo el fan, quien admira a los enfermos, que saben vivir sufriendo. Pero me ha llamado la atención la cantidad de investigadores y universitarios de otros ámbitos que se han identificado con mi situación.

P. Tuvo que marcharse porque el PP le amenazó hasta con echarle de la cátedra.

R. Sí. Eso fue un detalle simpático que celebramos mi mujer y yo tomándonos una botella de vino.

P. ¿Le parece un honor haber sido perseguido por la sombra de la mismísima legionaria en jefe, Ana Botella?

R. Es un honor no deseado.

P. ¿Se ve reflejado en ese asesino de embriones que pinta el arzobispo de Valencia?

R. Nunca. Yo soy la antítesis. Y me ofenden especialmente esas palabras. Para un médico la vida es muy importante, y es a lo que yo me he dedicado.

P. ¿Y usted no le ha contado que tiene dos tíos abuelos beatificados por el Papa?

R. Antes, cuando monseñor Escrivá era beato, tenía una cierta ventaja: yo tenía dos, y el Opus sólo uno. Ahora que lo han canonizado, no sé si es más un santo que dos beatos.

P. Uno a uno, es más un santo. Pero con dos, ahí ya me pilla.

R. Por la otra parte de la familia, mi abuelo fue de Izquierda Republicana y alcalde. Igual eso compensa un poco.

P. ¿La ciencia entiende eso de cuándo se inserta el alma en el embrión?

R. Ésa es una traducción del pensamiento aristotélico que cada vez utilizan menos los creyentes. Pero es la razón por la cual no me dejan investigar.

P. Si el embrión tiene alma, y se divide en el caso de los gemelos, ¿no es un problemón, ya que el alma es indivisible?

R. Bueno, hay mucho desalmado en el mundo, ¿eh? [Ríe].

P. ¿Cómo ve la clonación de seres humanos?

R. ¿La clona-ción reproductiva? Si alguna vez se resuelve la técnica y tenemos garantías de que pueda nacer un ser sano, yo creo que sería otro método reproductivo.

P. Pero se arriesgaría a encontrarse repetidos a Bush, a su casero o al cobrador del frac.

R. No es así. Durante años he tenido en el laboratorio dos clones humanos, dos gemelos homocigotos, y puedo garantizar que son personas encantadoras, educadas y distintas. Y tienen el mismo genoma.

P. ¿El triunfo de Bush le sube la bilirrubina?

R. Me entristece un poco sobre el futuro del mundo. Pero espero que hayamos aprendido. También el señor Bush.

P. ¿De qué sería usted capaz por una buena molécula?

R. De tener pasión. De darle vueltas.

P. ¿Es lo que más le apasiona?

R. No. Ahora que intento ayudar a mis hijas con los deberes, me doy cuenta de que volvería a estudiar la secundaria. Siempre me gustaron los problemas de matemáticas y de física.

P. Cuando oye el grito cubano de "¡Azúuuucar!", ¿piensa que es un atentado contra los diabéticos o se pone a bailar?

R. Me pongo a bailar. No soy muy bailón, pero lo hago cuando he regado con suficiente alcohol las células que tengo por dentro.

P. ¿Se permite canitas al aire?

R. Muy escasas. Sobre todo, conversar con amigos. Puede ser un placer de dioses.

P. Pues sí que es mesurado.

R. En ciertas cosas creo que no. Por ejemplo: cuatro días al año soy moro, en Onil; el resto del año, agnóstico. Y hay que ir un poco cocido para salir de moro: nos vestimos, desfilamos...

P. ¿Les zurran los cristianos?

R. No, no. En igualdad de condiciones, sin ayuda internacional, los moros siempre ganan a los cristianos. Lo que pasa es que a los cristianos se les suele aparecer la Virgen, o San Jordi, la ayuda internacional. Pero hígado, hígado, el de un moro es mucho más resistente que el de un cristiano.

Bernat Soria, el jueves, cerca de su laboratorio del hospital Universitario de Alicante.
Bernat Soria, el jueves, cerca de su laboratorio del hospital Universitario de Alicante.JESÚS CISCAR

PERFIL

Con 53 años y dos hijas, vive rodeado de mujeres, y eso que de adolescente pensaba que nunca tendría éxito con ellas. Ahora está "cambiando de opinión muy lentamente". Le gusta la familia, leer, la música y pasear con su perra -"también femenina"-. Querría "disponer de muchas más vidas para hacer muchísimas cosas"

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