Rescatados 118 adultos y cinco niños de tres pateras en Fuerteventura

Los servicios de emergencias de Canarias rescataron entre la noche del miércoles y la mañana de ayer a 123 personas (entre ellas cuatro bebés, un niño de dos años y una mujer a punto de dar a luz) que trataban de alcanzar la costa de Fuerteventura en tres pateras. Una de las barcas, precisamente la que llevaba a los lactantes y a la embarazada, estuvo tres días a la deriva.

El operador canario de la sala del teléfono de emergencias recibió la primera llamada desde esa embarcación el pasado lunes, pero la búsqueda no dio frutos hasta la tarde del miércoles. Sólo escuchó un chapoteo, el gemir de algunos bebés y la voz de su interlocutor.

Desde hace meses, los servicios de emergencias de Canarias reciben muchas más llamadas de rescate al 112 desde pateras. Un portavoz de la Guardia Civil ofrece una explicación: "Desde que todos [los patrones] son detenidos, ya no arriesgan tanto; reclutan a pie de playa a uno de los pasajeros, preguntan quién sabe manejar un motor [algunos han estado enrolados en las factorías pesqueras de Senegal y Mauritania], lo eximen del pago de 1.600 a 3.00 euros y los lanzan al mar, a su suerte, con una brújula que marca rumbo 340, nor-noroeste". Por efecto de las corrientes, la barca debería terminar en Fuerteventura. En cuanto ven un barco, los inmigrantes se lanzan a él para salvar la vida. Si pierden el rumbo o se ponen nerviosos, enseguida llaman al 112.

Este miércoles se activaron simultáneamente tres helicópteros de Salvamento Marítimo, Guardia Civil y Gobierno de Canarias, además de distintas embarcaciones. "Si desde la patera se oye el ruido de los motores, nos ayudará a localizarlos", comenta Juan Luis Gonzalo, jefe de sala del 112.

"Una aguja en un pajar"

Cae la noche. Los rastreos de los dos días anteriores resultan infructuosos. "Es como buscar una aguja en un pajar", reconocen los expertos. Varios factores contribuyeron al final feliz de estas personas: el mar que tantas veces ha sepultado vidas de hombres, mujeres y niños en este corredor de la muerte que son las 90 millas que separan África de Fuerteventura, estaba en calma.

Y el móvil sonó de nuevo. En la barca dicen que ven luces a lo lejos. Dos embarcaciones habían zarpado minutos antes con focos y desde la barquilla se ven algunas luces. El helicóptero de rescate Helimer Canarias termina de repostar en el aeropuerto y despega.

Son las diez de la noche y están a 20 millas de Morro Jable, al sur de la isla. "Los niños eran los que mejor que estaban", informó Humberto Rodríguez, coordinador de Cruz Roja. 19 tripulantes ingresaron en el centro sanitario de Morro Jable, con crisis de histeria, hipotermia, hipoglucemia, pero sin traumas físicos graves. La embarazada se encontraba bien y fue dada de alta. Los bebés mordisqueaban galletas y fueron alojados, junto a sus madres, en el centro de Cruz Roja.

Las otras dos pateras, interceptadas en la mañana de ayer, transportaban también a 41 extranjeros cada una. En la primera había una mujer y su hijo de dos años.