Un ex consejero catalán declara que invitó a Estevill a su domicilio para "hablar" de sus decisiones judiciales

El ex consejero de Economía de la Generalitat Macià Alavedra declaró ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que entre 1992 y 1993, y cuando ocupaba el cargo, se reunió en varias ocasiones con Luis Pascual Estevill para "trasladarle el clima de miedo" que tenía el empresariado catalán por las órdenes de prisión que el ex magistrado acordaba en aquella época. Una de esas reuniones fue una cena en el domicilio de Alavedra el 8 de noviembre de 1993 a la que asistieron, además del juez, el entonces presidente del Banco Central Hispanoamericano, José María Amusátegui, y el abogado Joan Piqué Vidal.

A los tres días de la cena el juez dejó en libertad bajo fianza a tres directivos de la compañía de seguros La Estrella y a otro del Banco Vitalicio, a los que había encarcelado el 4 de noviembre de ese año. Esas dos compañías de seguros eran filiales del banco que dirigía Amusátegui y entonces negociaban su fusión en otra sociedad que se iba a instalar en Barcelona. Alavedra explicó que él organizó la cena en su vivienda para facilitar la operación económica y explicarle al juez que su actuación la dificultaba enormemente, aunque precisó después que en el encuentro no se habló de la investigación judicial ni de las órdenes de prisión.

"Estevill dijo que se lo pensaría y que lo había entendido", añadió Alavedra. La tesis de una de las acusaciones populares es que el banco pagó un soborno que no se ha podido concretar para lograr esas libertades. Según esa acusación, la mediación de Alavedra tuvo como compensación que el Vitalicio habría comprado un cuadro de la pintora Doris Malfeito, esposa del consejero, y que patrocinara una exposición, así como que el hijo de Estevill entrara a trabajar como asesor de Fecsa, participada por el Central. Alavedra y Amusátegui negaron rotundamente esos hechos ante el tribunal.