Un 'show' de neón y pirotecnia ilumina el puerto de Valencia ante las regatas previas de la Copa del América

Los buenos periodistas deportivos, los periodistas del siglo XXI, acuden al Tour, a la Vuelta o a cualquiera de las grandes competiciones atléticas con manuales de fisiología y revistas científicas para estar al tanto de los últimos avances en la detección de sustancias dopantes en la sangre de los ciclistas y los atletas. A la vela, el periodista inquieto tiene que ir con un diccionario náutico, y si realmente aspira a conocer algún día el mundo de la navegación, leer a los clásicos navegantes solitarios, como Bernard Moitissier, pero también las experiencias de Dennis Conner -Come back: My race for the America's Cup, entre otros- o Russell Coutts -Russell Coutts: Course to Victory- , leyendas vivas de la Copa del América, la legendaria competición que toma el nombre de la goleta America, la que cruzó el Atlántico para retar e imponerse en 1851 a la flota de barcos británicos ante el asombro de la reina Victoria.

Pero si uno quiere adentrarse realmente en el mundo de la vela, acariciar las sensaciones de los tripulantes de la fórmula 1 de la mar, deberá pagarse un curso, navegar en cualquiera de los barcos ligeros que existen en el mercado. La sensibilidad, los conocimientos, serán entonces mayores.

La vela, la Copa del América en este caso, es un universo por explorar para la prensa diaria española, pero también para los aficionados al deporte. Y Valencia, en este sentido, ha abierto para los europeos las puertas de una competición tan atractiva como selectiva. De momento, Chris Dickson, el patrón neozelandés del estadounidense Oracle, aún puede pasearse tranquilamente por los pantalanes del puerto de Valencia sin que nadie le reconozca. Dentro de tres años, quizá sea tan venerado como en su país. Y entonces alguien le pedirá un autógrafo.

La Copa del América, o la Copa Louis Vuitton-Endesa, la competición previa que enfrenta a todos los desafiantes al vigente campeón, el suizo Alinghi, ya ha echado a rodar. Un espectáculo que incluyó, cómo no, fuegos artificiales y luces de neón y que culminó con el desfile de los barcos participantes, fue la antesala de las regatas de preparación, la fórmula de la America's Cup Management (ACM), la compañía organizadora de la prueba, para mantener viva la regata durante estos años hasta 2007. Ayer, en el puerto de Valencia, unas 5.000 personas presenciaron el show, que contó con la asistencia de las principales autoridades valencianas: el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá. También estuvo el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.