Un banquillo ganado a pulso

En las carpetas que atiborran los cajones del despacho de Joan Montes (Barcelona, 1960) en el Palau Blaugrana se consignan nombres y apellidos que poco o nada dicen al gran público: Fernández, Sobrepera, García, Fontet, Montcasi... Chavales en edad de crecimiento y aprendizaje, aunque algunos ya ganan títulos de Europa con la selección española júnior, caso de los cinco citados. Es la simiente predestinada a dar títulos al Barcelona, digamos que a partir de 2008. En eso estaba Montes cuando el pasado 8 de septiembre la traumática crisis que vivió la sección con la asunción de poderes del nuevo director general Valero Rivera se resolvió con el repentino adiós de Svetislav Pesic y su nombramiento como entrenador del primer equipo.

En un club habituado a fichar técnicos en base a sus títulos y a su fama, la figura de Montes al frente de la nave cuadraba tan poco, que en un primer instante planeó y hasta se verbalizó la pregunta de si accedía al cargo de forma interina. No es el caso, aunque estuvo en el ojo del huracán. Con él no iba el asunto, pero le pilló en medio la zapatiesta entre Valero Rivera y Pesic. Los jugadores se pronunciaron en su favor. Quien siembra, recoge, porque Montes ha tutelado la carrera de la mitad de los cracks del Palau. En su anterior etapa al frente del primer equipo, en la temporada 1997-1998, cuando entonces sí de forma circunstancial relevó al destituido Manel Comas, le dio la alternativa a Navarro en la Liga ACB. Participó de manera directa e intensa en la formación del propio Navarro, de Dueñas, de Marc Gasol, de Sada y fue clave en el salto al primer equipo de Pau Gasol y en el fichaje de De la Fuente.

En el Barcelona ha pasado por todos los cargos posibles: entrenador del equipo cadete, del juvenil, ayudante en el primer equipo de Aíto y de Pesic, entrenador del Barcelona B en la Liga EBA y coordinador de la cantera, trabajo que compartió con la selección española juvenil y júnior. La victoria del Barcelona en la Supercopa le ha venido como anillo al dedo a Montes, que se considera "totalmente capacitado para el reto de continuar en la línea de éxitos que ha mantenido el equipo en los últimos años".

Montes tiene sus propias ideas sobre cómo obtener el mejor rendimiento de un equipo diseñado por Pesic. Intentará mantener lo mejor de la herencia de Aíto y de Pesic pero a ello desea añadir un punto más de rapidez en el juego, un pelo más de agresividad en defensa y acortar algo las posesiones. También pide que el club fiche, al menos, un jugador más para completar una plantilla que se ha quedado algo coja. Todo un reto para un entrenador que se ha ganado el puesto a pulso.